16.: Quien eres tu?:.

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¿Quién mierda era ese idiota?

Esa era la pregunta que rondaba en la mente de Nam, había llegado al departamento que había alquilado en Busan mientras se tramitaba todo lo que el divorcio obligado y el trámite del dinero algo grande en el sector mas lujoso de la cuidad.

-Señor, el chico ya llego-según él sabía toda la vida de Jimin, amigos, este no tenía, familiar no era, su forma de actuar no era de alguien que solo es familia, era algo más.

-Que pase- entonces que era? Un novio imposible, Jimin duro con suerte una semana antes del accidente y en ese tiempo jamás salió o alguien ajeno a los Park entró a la casa, vio entrar al muchacho y antes de que este dijera pío tan siquiera lo tomó del brazo y lo arrojó al sillón, había pagado por su compañía así que haría con él lo que quisiera- ya sabes qué hacer- se paró frente a él con su pelvis frente a su cara, la orden era clara.

El joven sonrió coqueto, pero aquella sonrisa no causó efecto alguno en el moreno, lo vio desabrochar el botón y bajar su cierre, cuando aquellas frías manos tocaron su parte sensible, cerró los ojos y aunque él mismo se sorprendió a su mente llegó aquel rostro lloroso cargado de miedo.

-Jimin...-susurro, tomo al joven de los cabellos y lo obligó tragar profundo, siendo él quien llevará el ritmo- mierda Jimin...- empujar llegando más profundo, volviendo algo incómodo para quien recibía como podía, cada embestida, pronto el sonido baboso mezclado con ahogo se escuchó, sintió las uñas del joven hundirse en sus piernas- que crees que haces? - lo alejó de su entrepierna y le dio una bofetada a mano abierta, dejándolo un poco aturdido.

Se quitó la corbata y ató sus manos tras su espalda, lo arrinconó bien en el sofá y volvió al ataque, dejando esta vez a su presa sin posibilidad de nada, le abrió la boca y entró sin cuidado alguno, ahogándolo desde el inicio, nuevamente cerro sus ojos siendo la imagen del peli negro la primera en llegar a su mente, las veces que también lo obligo a hacer aquello hasta dejarlo casi inconsciente por la falta de aire y solo en este punto Nam se dio cuenta de que estaba de alguna forma extrañando a su pequeño esposo.

Tres horas después el joven era un manojo de llanto sobre una cama completamente desordenada, llena de juguetes y cosas que el moreno solía usar cuando se sentía estresado, la entrada del menor sangraba y palpitaba lo que comenzó como solo un trabajo más se había convertido en un infierno donde los golpes y poses forzadas había sido demasiado para él.

-Levántate y lárgate-

-Me, me duele mucho - se quejó, pero nuevamente no causó el efecto que deseo, Nam camino hasta él y lo tomó sin cuidado alguno haciendo que su dolor se multiplicará- déjeme no! Ahhh!! - lo arrastró por las escaleras hasta llegar a la puerta de entrada donde con más fuerza de la necesaria lo arrojó fuera.

-Llévalo y tirarlo por ahí- el guardia asintió - y que no le queden ganas de hablar - el hombre sonrió y lamió sus labios, típico de un perro comer las sobras de su amo, lo vio golpearlo tan fuerte que el joven quedó desmayado en el suelo seguido se lo llevó a dios sabe dónde, Nam cerró la puerta y subió hasta su habitación busco una toalla limpia y para darse un baño, aunque antes llamó para que fueran a limpiar el desastre aquel, se dio el tiempo de guardar cada juguete antes.

Ya bajo el agua, nuevamente su mente le recordó a Jimin, quien siempre recibía una ducha caliente en exceso luego del sexo con su esposo.

-Maldita sea Jimin ahora que no estas te deseo como no imaginas- bajo sus manos a su entre pierna misma que estaba erguida y despierta- tal vez darme un último gusto contigo no me haga mal- tal vez fingir arrepentimiento y ser buena persona le daría algo al final de todo.

En casa de los Park todo estaba tranquilo, Yoongi había estado hasta pasada las 11 con su molesto novio que lo ignoro casi una hora, pero luego de hablar y dejarle en claro que no importaba lo lindo que fuera Tae él solo tenía ojos para él, cambio su humor siendo ese niño alegre y risueño que tanto amaba, en esa hora Min entendió que no tenía que causar inseguridades en Jimin, aún estaba superando muchas cosas y esos detalles podrían hacerlo retroceder y a riesgo de una pelea enorme le mencionó que el menor le dio un beso al despedirse y si bien Yoongi solo lo atribuyo a que Tae por la prisa atino donde pudo, algo le decía que no había sido tan así.

¿Qué si Jimin se molestó?

Por supuesto que si, parte de la hora en que lo ignoro fue por ese motivo, pero con paciencia, cariño y muchos besitos, Yoongi le dejó en claro que para él no había nadie más que el, por eso cuando Yoongi se fue el pequeño tuvo una idea.

-Hwasa - a pesar de que las cosas estaban bien, el menor no podía llamarle mamá.

-Que pasa amor?-lo vio entrar en su silla de cuerdas, misma que manejaba como un experto con una mano.

-Mañana tú me acompañarías a un lugar?- la mujer lo miró curiosa, se veía nervioso y ansioso.

-Claro Jimin- camino hasta llegar junto a él- donde quieres ir?-El menor sonrió.

Por eso ahora Hwasa solo podía mirar orgullosa a su hijo que pesar de todo tenía las ganas de mejorar, la depresión seguía ahí bien lo sabía ella, lo notaba pensativo y lloroso por momentos, pero el mismo se daba el ánimo, como lo había dicho la psicóloga, el viejo Jimin sigue ahí solo hay que ayudarlo a salir, con cariño, paciencia y amor, ella pondría el cariño, su padre la paciencia y Yoongi el amor.

Casi 4 horas y muchos cafés helados después, Jimin se mostraba frente a Hwasa radiante y simplemente hermoso, porque si bien pudo solo echarse a llorar y lamentarse que el joven aquel quería a su Yoonie prefirió mejor luchar.

-Te ves hermoso amor- emocionados la estilista lo miraba embelesada, debajo de esa máscara de dolor y pena había un chico hermoso, el facial quito todo lo que ya no servía dejando su piel casi como porcelana, los raspones se volvieron sutiles pecas que le quedaban perfectas sus labios brillaban de un rosa natural y sus ojos, nunca habían sido tan azules.

-Tu novio es un chico con mucha suerte-el menor sonrió derritiendo el corazón de todas las señoras del salón, no le dejaría el camino fácil a ese tal Taehyung, el no se rendiría sin pelear.

*My Soldier*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora