*My Soldier*

17.:Así me gusta:.

*

Quedó prácticamente con la boca abierta cuando lo vio, si aun con el yeso en su brazo y pierna opacaba esa belleza tan única, su corazón bombeó a un ritmo algo rápido cuando se acercó y le sonrió de esa forma tan única y esta vez de verdad feliz.

-Hola -hasta su vos sonaba diferente, él se veía diferente, actuaba diferente- cómo estás?-

-Ho, hola - carraspeo - Jimin verdad?- asintió - wow! Te ves bien - dejó su cabello largo, pero le dio ese toque especial.

-Gracias - algo tímido- Soobin?-

-Si - no podía dejar de mirarlo, en especial sus labios.

-Queríamos probar el café- Hwasa solo sonríe siempre que salía con Jimin durante su adolescencia tenía esa reacción en las personas, él siempre llamó la atención, hablo notando como el joven aquel al fin podía despegar la mirada de su ya tímido hijo y que no esperaba aquella reacción.

-Claro! - paso saliva - que te gustaría probar?- miro el cartel viendo los distintos sabores.

-¿Qué me recomiendas?-

Se sentó justo Jimin y su madre a charlar un rato, se le hacía curioso ver como en un mes ese triste joven que salvo de morir en aquel semáforo se había vuelto este hermoso hombre de labios rosas y mirada brillante, sonreía como bobo cada vez que la risa del peli negro escapaba de su boca, cuando Taehyung entro en el café no espero ver al novio de Yoongi sentado muy animado con Soobin, lo único que recordaba de él, fue cuando lo vio casi al borde el llanto el día del accidente, pero ahora, comprendía el porqué Min lo quería tanto, era lindo e irradiaba esa inocencia única.

-Hola Soobin, cómo estás?-el mencionado miró y saludó con la mano haciendo la seña para que se acercara.

-Hola, ven, quiero presentarte a alguien- Jimin se sintió importante, miró a su madre quien solo encogió los hombros- él es Jimin el novio de Yoongi- se miraron y Jimin lo reconoció, era Taehyung, cambió su postura a una más desafiante, Tae hizo lo mismo.

-Así que eres el famoso Jimin-

-Si yo soy, lamento no decir lo mismo, pero es la primera vez que oigo de ti- auch! Empezó fuerte, el castaño sonrió.

-Curioso que no, ya que ayer estuve toda la tarde con Yoongi, raro que no te haya hablado de mí- Soobin y Hwasa pronto sintieron esa incomodidad, esos dos se estaban dando con todo de forma algo pacífica pero con todo.

-A, el chico de las flores- Tae asintió - sí, claro, me hablo de ti, solo que no me dijo tu nombre, un gusto- sonrió de esa forma tan propia de los Park, sacando más de un suspiro entre las personas que estaba en el local, bien sabía el efecto que esto tenía.

-Jimin ya es hora de irnos, Yoongi llegará en una hora- tanto Tae como Jimin miraron a Hwasa.

-Si claro - movió la silla pasando a llevar a Tae "sin querer" - disculpa es que aún no manejo muy bien esto -

-Tranquilo se entiende- se movió para dejar pasar al peli negro, y luego de despedirse salieron con rumbo a la casa, tenía que sorprender a su novio ahora.

-¿Qué fue eso Taehyung, cuál era la idea?-

-¿De qué hablas?- visiblemente molesto.

-Porque decir eso, fue incómodo-

-Es la verdad...-

-Yoongi te ayudo ayer no fue algo casual, y lo hiciste ver como si eso hubiera sido casi una salida de algo- Tae lo miro- mira te diré algo y espero lo tomes como un consejo, olvídate de Yoongi, jamás y en serio jamás dejara a Jimin ósea, perdón, pero no le llegas-

-Físicamente, puede que no, pero a diferencia de él, yo no tengo a un loco detrás de mí, y quien sabe a lo mejor Yoongi no está tan enamorado como cree y solo es apego a un recuerdo-Soobin lo tomó de brazo y lo miró de forma seria.

-Deja tranquilo a Yoongi, ya bastante a pasado por culpa de gente parecida a como piensas tú, quiere un poco Tae y busca amor de alguien que pueda dártelo - lo soltó y volvió tras la barra, donde el chico que trabajaba con él estaba algo atareado.

-Idiota– salió del café sintiéndose como un tonto- dejarlo? Si claro- entró en la florería con la molestia reflejada en cara.

Llego a casa y se cambió de ropa, ayudado por su madre, se peinó como la estilista le había dicho y atenuar sus rasgos con un poco de maquillaje, se perfumó y se fue al salón a hacer como que leía, quedó junto a la ventana donde la luz de la tarde le daba encima viéndose casi angelical.

Cuando el auto de Yoongi paro fuera, su corazón se aceleró, respiro profundo con el miedo que a su novio su cambio no le gustara, cerró los ojos y cuando escucho su voz cerca los abrió, a Min casi se le salió el corazón al verlo a contraluz con esa aura tan suya, su cabello cayendo por su frente y cuello, sus labios rosados y brillantes, vestido con esa camisa blanca abrochada hasta la mitad del pecho y sus jeans, leyendo plácidamente ignorando, según él, el mundo.

-Hijo Yoongi llegó - Hwasa cómplice solo miraba como la mandíbula de Min casi llegaba al suelo de la impresión, y todo pasó en cámara lenta para él, Jimin levantando la mirada del libro para darle de lleno con sus hermosos ojos azules, solo para terminar sonriéndole de esa forma tan linda,

-Hola Yoonie- lo vio caminar y llegó a su lado para dejar un beso cargado de todo ese amor que tenía por él.

-Te ves perfecto Jiminie- así es como se encula un hombre hermanas - cuando...-

-Hoy, quería cambiar un poco, ya sabes sacar lo viejo y dejar lo nuevo- solo en ese punto Jimin noto que Yoongi traía puesto su uniforme militar, y carajo, era un hombre guapo, mordió su labio, gesto que no pasó desapercibido por su novio.

-Te gusta- giró para que su novio se deleitara.

-Te ves lindo Yoonie-

-No más que tu amor - se agachó para besarlo otra vez, más profundo metiendo su lengua para sentir la contraria, danzar junto a él- me encanta verte así- el menor suspiro - y no lo digo por lo físico amor, lo digo por qué te ves feliz-

-Tú me haces feliz- acarició su mejilla y lo acercó a sus labios, siendo correspondido.

-Puedo sacar a mi hermoso novio a dar una vuelta por los alrededores y así disfrutar la tarde?- el ojiazul asintió y dejando el libro sobre una mesa, miró a su novio, quien comprendió, tomó las manijas de la silla y luego de avisarle a Hwasa salieron a disfrutar de un momento solos, sin saber que en su casa la visita menos pensada estaba llegando.*

*