6.:Pobres Almas:.

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Y tal como Soobin había dicho, al día siguiente se duplicó la gente, el rumor del nuevo café, local ya que no era de empresa establecida, se había hecho casi viral, en las redes sociales todos mostrando fotos del lugar, su ubicación y por qué no, fotos de los guapos dueños, mismos que preparaban el café.

-Hubieras visto mi cara cuando mi hermana me llamó para decirme que mi foto estaba rondando en las redes sociales-se habían tomado una hora de descanso, eran casi las 11 de la mañana y ya habían vendido lo mismo que ayer durante el día.

-Mientras no se te suba a la cabeza todo bien Soobin-

-Na, pierde cuidado si algo aprendí esos dos años es que ser famoso no es lo mejor que te puede pasar- bien recordaba el incidente que tuvo estando en el servicio, donde fue famoso por las razones incorrectas- aun Taehyun me llama para preguntarme por mi osito- Yoongi sonrió- oye Min te puedo preguntar algo? -

-Depende...-

-Es un tanto delicado, pero ahí ves tú si me respondes o no- lo miro, su amigo se veía serio y eso era extraño en él, asintió y Soobin pensó bien lo que diría- tú supiste algo más de tú, bueno del chico aquel...-con solo ver su expresión supo que aquello aún dolía un poco.

-Por qué preguntas? - lo vio aún tan acongojado con el recuerdo del ojiazul que reafirmó su decisión de guardar silencio.

-Solo curiosidad, fue alguien importante en tu vida y no sé, pensé que tal vez habías buscado algo respecto a él-

-Para que Soobin, es un hombre felizmente casado, que gano yo con buscarlo?- ¿Feliz? Pensó su amigo, el chico que él vio estaba todo menos feliz- fui a casa de sus padres cuando volví, pero cuando me dijeron que lo que había pasado no insistí más, para qué?-

-Ya veo, es mejor así, solo te lastimarás- hablaron de un poco más, para después volver al trabajo, aunque la pregunta de Soobin removió más de lo esperado en el corazón de Yoongi, al punto de que el recuerdo de Jimin no salió de su mente, y a por la tarde estaban listos para irse cada uno a su casa- Oye - Min lo miro- anoche cuando volvía a casa ocurrió algo, no pensaba decirte por qué bueno sé que es delicado para ti, pero, supongo tampoco hace daño contarte-

-Qué pasa?-

-Anoche vi a...- el móvil de Yoongi comenzó a sonar viendo en la pantalla el número de su madre.

-Dame un minuto Soobin...-

Finalmente, debido a una emergencia familiar, Soobin no pudo contarle lo que había visto, caminaba tranquilo de regreso a su casa pasando por el lugar donde la tarde noche anterior lo vio.

-Que puede ser tan malo para que alguien quiera hacer algo así?- cuando la luz se volvió verde siguió su camino, sin duda jamás tendría la respuesta a esa pregunta.

Por su lado Jimin se había mantenido el día entero otra vez encerrado, luego de traerlo intentaron hablar con él, pero simplemente Jimin no podía hacer como que nunca pasó nada, el dolor y las marcas en su cuerpo le recordaban el infierno que era su vida, gracias a la decisión de su padres, durmió gran parte del tiempo y el resto se dedicó a revisar los cajones y lugares donde él recordaba había dejado cosas importantes, cartas y fotos que Yoongi le había enviado a modo de juego porque él quería tener una carta para leer siempre que lo extrañara.

Sonrió al ver la linda caligrafía de su en ese entonces novio, gruesas lágrimas caían al pasear su vista por cada línea, donde este le decía lo mucho que lo amaba y lo que harían cuando volviera, esa vida juntos, en una casa pequeña con vista a las montañas, con los dos perros que a Jimin a pesar de tener alergia quería tener, ilusiones de una vida que jamás vivirá que posiblemente él ya estuviera viviendo pero con alguien más.

-Con amor Min Yoongi...- termino de leer y aquellas palabras le dolieron en el alma, suspiro y puso aquellas hojas en su pecho, como guardando esas palabras en su corazón- también te amo Yoonie-

-Jimin - seco su cara y guardó la carta al oír la voz de su madre quien habría la puerta- Nam está al teléfono, quiere hablarte- cerró los ojos y boto el aire.

-Voy- llego a su lado y tomó el teléfono - hola...- sus ojos se abrieron y mordió su labio, podía escuchar claramente los jadeos y gemidos de alguien, acompañado del cacheteo propio de unas embestidas, seguidas de risas, miro a su madre y entró a la habitación.

~Nam, no pares...- ellos estaban disfrutando juntos mientras él estaba con el terror de tan solo respirar y que Nam lo supiera -Jimin!- tomó el aparato y respiro profundo.

-Aquí estoy-

~Más te vale, estés obedeciendo lo que te pedí, por qué de lo contrario sabes muy bien lo que te pasara, recuerda que tengo ojos en todas partes-

-Lo, lo se Namjoon-

~Bien- y cortó la llamada, solo fue para hacerle saber lo bien que lo estaba pasando con su amante, salió al pasillo donde su madre aún estaba.

-Manda saludos- dijo entregando el aparato, iba a volver a la habitación cuando la mano de Hwasa lo detuvo- qué?-

-Mañana, tengo que ir a centro por unas cosas, me quieres acompañar, y así salir un rato, estar siempre encerrado tampoco te hará bien-

-Lo pensaré, buenas noches-Hwasa suspiro

Al día siguiente y contra todo pronóstico, Jimin quiso salir, tenía que quitar los pensamientos que estaban ganando fuerza día con día, aquellos que nadie quiere tener.

-Te ves lindo- se había puesto una sudadera manga larga negra un poco ancha, un jeans igual ancho y un gorro acompañado de sus lentes.

-Gracias- Hwasa sonrió, con su mano le dio la señal para seguirlo y así llegaron al auto- y donde vas?-

-Tengo que ir a ver unas telas, quiero cortinas nuevas y pues las que hay en el mercado no me gustan así que...-

-Las harás tú- recordando lo mucho que a su madre le gustaba coser.

-Si- estacionaron el auto cerca del centro donde estaban las tiendas del sector, caminaron un poco admirando lo mucho que había cambiado todo desde la última vez que estuvo ahí, parecía un niño admirando todo con algo de emoción, cruzaron la calle y al entrar en una galería llena de tiendas, fue que su corazón bombeo con más fuerza de la necesaria y aquel dolor que siempre estaba presente se hizo más fuerte- dicen que se colocó una cafetería nueva podríamos ir a visitarla si...- lo vio ahí parado conteniendo las lágrimas, mordiendo su labio y apretando los puños- Jimin?- fijo su vista donde su hijo miraba y entonces entendió- Min-

A unos metros de ellos estaba Yoongi, feliz hablando con un chico que también sonreía, si ya tenía el corazón desecho en ese momento término de morir, él sabía que su amor ya había hecho su vida, solo que jamás espero verlo con sus propios ojos, Hwasa escucho el sollozo y vio el rostro de su hijo destrozado, si había alguna esperanza para él, ahora tenía claro que si tan solo lo descuidaba un segundo, Jimin acabaría con todo en especial con su vida.

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*My Soldier*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora