Capítulo Cinco

556 60 2
                                    


Ambos chicos se miraron entre sí, para ambos era, probablemente, el peor día de sus vidas, o al menos entraba en su Top 3. Theo carraspeó levemente y sonrió de manera amistosa.

-Sí, vamos juntos a Biología Avanzada, a veces nos toca hacer equipo para alguna tarea en clase. Pero nos decimos por nuestros apellidos, se nos hizo costumbre, ya que no somos amigos y trabajamos juntos muy ocasionalmente -contestó con tranquilidad el de ojos grises, como si la pregunta de su amigo fuera la más ridícula de todas-. En fin, un gusto Liam. Soy Theodore, pero puedes llamarme Theo si gustas. 

Decir aquello fue mucho más complicado de lo que creyó que sería, pero lo logró. Sonrió de manera sincera para luego extender su mano izquierda hacia el rubio.

-Soy Liam, un gusto. 

Aceptó la mano del chico con una pequeña sonrisa. Ese pequeño acto, el sutil roce de su piel con la del contrario fue electrificante. Se sintió como si un rayo los golpeara a ambos y la corriente eléctrica recorriera sus cuerpos, de pies a cabeza. Sintieron algo que nunca habían sentido con nadie. Se soltaron tan rápido como pudieron, sin verse sospechosos, claro está. El de ojos café sonrió complacido, le gustaba la idea de que su amigo y su chico se llevaran bien. Ay Brett, no tienes idea de lo bien que se llevan, tanto que hasta se atraen. Talbot les pidió que se sentaran en una mesa, él compraría los cafés e iría junto a ellos. Ambos chicos obedecieron con una pequeña sonrisa, no muy conformes. Para mala suerte de ambos, la única mesa libre estaba en la otra punta del lugar, donde ni Brett podría verlos fácilmente. El mayor se encaminó a la mesa sin decir nada, y el menor lo siguió sin siquiera preguntarle. Ambos se sentaron en aquella mesa, enfrentados, porque no querían tener más cerca de lo necesario a su contrario. Luego de unos minutos, en donde evitaban la mirada del otro e incluso estaban en completo silencio, Theo decidió nuevamente ser él quien rompa aquél incómodo silencio que ellos mismos habían creado sin motivo aparente.

-No puedo creer que de todos los "Liam" que existen, tenías que ser tú quien saliera con mi mejor amigo. -bufó el castaño sin gracia, acompañado de una cara de pocos amigos que el menor jamás le había visto.

-No te crees ilusiones como tú amigo, ésta es sólo nuestra tercera cita. y ni siquiera, porque estás tú. -devolvió el pequeño con evidente enfado confundiendo al mayor.

-¿En serio? -y por primera vez, después de un largo momento incómodo, sus miradas se encontraron haciéndolos sonreír.

-Sí, ¿Cuánto tiempo creías que llevábamos saliendo? -indagó el de ojos celestes.

-No lo sé, algunos meses. Por cómo Brett habla, supuse que ya eran casi pareja -se sinceró Theo sin borrar su sonrisa-. Lo siento, a penas y me enteré ésta mañana. -comentó con gracia.

-No te preocupes, lo supuse. -contestó el más bajo, dejando escapar una pequeña risa.

-Que linda risa tienes...

Aquello lo pensó Theo, de hecho se lo había dicho esa misma mañana, pero ésta vez salía de los labios de Brett, cosa a ninguno de los chicos les simpatizó mucho. No querían salir de aquella micro burbuja que habían creado, pero no tuvieron otra opción que hacerlo, es especial con la repentina aparición de Talbot.

Un Juego De Niños // THIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora