Un Juego De Niños // THIAM

Capítulo Dieciséis

-¿Qué pasa amigo? ¿Por qué te fuiste así? -preguntó el más bajo con una pequeña sonrisa frente a su amigo.

-¿Qué te pasa a ti?-espetó con molestia el chico de ojos marrones.

-¿A mí? -el más bajo estaba totalmente confundido ante las palabras de su amigo.

-Sí, a ti. ¿Por qué me hiciste quedar mal con Liam? Sabes que él me gusta mucho -soltó con molestia Brett.

-No te hice quedar mal, yo no dije nada para hacerte quedar mal, a diferencia de ti ayer -bufó Raeken apartando suavemente a Talbot de la puerta de su casillero, lo abrió con calma para buscar su libro de Biología.

-Pero no lo hice delante del chico que te gusta -aseguró cruzándose de brazos. Theo no dijo nada, prefirió no hablar en aquel momento, porque no podría mentirle de forma tan directa a su mejor amigo-. ¿Theo?

-¿Mhm? Lo siento, dejé de escucharte -bromeó con una pequeña sonrisa cerrando su casillero, era mentira, pero era más sencillo bromear que ser sincero-. Lo siento, ¿Si? No fue mi intención hacerte, ¿Cómo dijiste? ¿Quedar mal? -preguntó para luego ignorar el tema con sutileza-. En fin, mañana él y su amigo Scott vendrán a la fiesta de Tara, puedes venir si quieres y resolver lo que sea que tengas que resolver. Si me disculpas, tengo clase y no quiero llegar tarde.

-Tú siempre tan correctamente irónico, ¿No? -aquello había molestado al de ojos claros, pero tendría que contestar con altura, no quería que aquella conversación durara mucho más.

-Y tú siempre priorizándote, olvidándote por completo que el resto también tiene sentimientos, ¿No? -contraatacó el más bajo con una pequeña sonrisa sarcástica.

-¿De qué hablas? -preguntó confundido el más alto.

-De nada, Brett. De nada -gruñó bajo Raeken-. Me voy a clases. 

Sin decir más, Theo se alejó de su supuesto "mejor amigo", dirigiéndose hacia su próxima clase, estaba harto de la actitud tan egoísta de Talbot, pero tampoco podía hacer mucho más. Si Raeken hubiera sido completamente honesto con el tema de Liam, nada de esto estaría pasando, o quizás estaría peor, no lo sabía. Y hablando de cosas que no sabía, Liam había oído toda la conversación, no mentiría, no había sido un accidente, había sido la curiosidad y que no quería interrumpir aquella discusión que ambos jóvenes estaban teniendo. Temía que si se metía a defender a Theo, Brett se molestaría aún más con el de ojos grises. Aprovechó que el chico de linda sonrisa ya se había ido para entrar en escena, se acercó a su casillero ignorando la presencia del más alto, abrió su taquilla con desgano mientras su cabeza trataba de omitir a Talbot, hasta que éste le hablo.

-¿Ese es tu casillero? -más que una pregunta, parecía una afirmación algo incómoda. 

-Sí, ¿Por qué abriría un casillero que no es mío? -el menor preguntó sin siquiera voltear a verlo.

-Fue una pregunta estúpida... -murmuró aún en su pequeña nebulosa, el menor giró su mirada hacia el de ojos marrones confundido, elevó una ceja, preguntando algo sin decirlo con palabras-. ¿Mañana irás a la fiesta en casa de Theo?

-Seguro, tus amigos me cayeron muy bien, y Scott creo que quiere salir con uno de tus amigos. El rubio. Así que lo acompañaré como buen amigo. ¿Tú irás? -indagó, deseando que la respuesta sea no. Sacó su libro de Biología para, posteriormente, cerrar su casillero.

-Quizás vaya... ¿Tú quieres que vaya? 

Su mirada era de desesperación absoluta, como si estuviera en una guerra interna, y lo estaba. Acababa de acomodar todas las piezas del rompecabezas, Liam era el chico del que Theo hablaba. El chico del casillero de al lado al suyo, y el de su clase de Biología avanzada, y aún peor, el de sus canciones, "el chico de ojos cielo". Por un lado se sentía el peor amigo del mundo, y por el otro, se sentía bien, porque a él le gustaba Liam, y había sido más rápido que su amigo en invitarlo a salir. La cabeza del de ojos marrones era un remolino de emociones, tanto, que no se percató cuando Liam se volteó para ir a su clase. Brett sabía perfectamente que alguien ocupaba un gran lugar en el corazón del rubio, pero no era él, y suponía que tampoco Theo, entonces... ¿Quién estaba en el corazón del chico? Y ¿Por qué no era él?