Un Juego De Niños // THIAM

Capítulo Veintiséis

-Espero verte mañana en la fiesta, es de disfraces pero no te preocupes, no tiene que ser algo espectacular -aseguró la de ojos marrones con una amplia sonrisa separándose del cálido abrazo de despedida que le había dado a Liam desde hacía unos minutos ya-. Puedes venir antes de las ocho si quieres. Las puertas de ésta casa siempre estarán abiertas para ti, ¿Lo sabes cierto?

-Sí, creo que ya me lo dejaste en claro varias veces... -contestó el menor riendo con ternura mientras que Theo tocaba, nuevamente, la bocina del auto para que el rubio se apurara-. debo irme o va a subirme al auto de una patada -bromeó el menor con una sonrisa.

-Sí, lo sé, no es un chico paciente... -siguió la broma la castaña-. Por cierto, me encanta cómo te queda la sudadera de Allen, entre nos, te queda mejor que a él.

Susurró guiñándole un ojo al chico para, por fin, dejarlo irse. Liam caminó con rapidez hacia el coche para subirse sin dudar, no quería poner de peor humor al hermoso chico de sonrisa brillante.

-Que despedida tan conmovedora -escupió el de ojos grises con sarcasmo, haciendo reír a su acompañante.

-Lo siento, no es culpa mía que tu hermana me quiera, Allen -murmuró con una sonrisa.

-No me gusta que me digan así, no me molestes Dunbar -gruñó bajo con molestia.

-¿Por qué? Es un lindo nombre -aseguró el joven.

-¿Estás diciendo que "Theo" es feo nombre? -preguntó indignado el castaño mientras encendía el auto.

-No, es un nombre hermoso, pero todo el mundo te dice así, en cambio nadie te dice Allen y también te queda bien -comentó el menor dirigiendo su vista hacia la ventana.

-Puedes buscarme un apodo mejor que Allen, no lo sé, dime Flash si quieres, pero no me digas Allen por favor -pidió entre risas comenzando a conducir.

-Bien, algo se me ocurrirá para mañana... -pensó en vos alta haciendo reír al chico junto a él-. Theo... ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Ya la hiciste -comentó burlón, ganándose una mirada de molestia por parte del chico-. Bien, pregúntame lo que quieras. 

-¿Qué pasó con Stiles? ¿Él está bien? -claro que no era eso lo que en verdad iba a preguntar, pero los nervios le jugaron en contra y decidió soltar lo primero que vino a su mente. El rubio notó que aquella pregunta no le había gustado al mayor, pero ya era tarde para retractarse-. No respondas si no quieres...

-No, tranquilo. Confío en que lo que hablaremos quedará aquí y no se lo dirás a nadie -quizá el ojigris estaba por cagarla de una manera muy épica, pero jugado por jugado... Además le haría bien hablar con alguien imparcial-. Stiles se me declaró, al parecer le gusto mucho, tanto que por los nervios, en lugar de decirme lo que le pasaba, decidió besarme. 

Esa confesión le había dolido al rubio, no se esperaba que el pelinegro fuera tan descarado, pero también le asustaba saber como había reaccionado el mayor. No debería meterse en ese tema, porque estaba consciente de que podía salir muy lastimado, pero como siempre, la curiosidad mató al gato.

-¿Y qué hiciste? -preguntó con cautela, ya no había marcha atrás.

-Nada, literalmente... Me quedé duro como una piedra porque, para ser honesto, no me lo esperaba. Stiles es de mis mejores amigos y no puedo verlo de otra forma. Lo rechacé lo más suave que pude, pero aún así se fue con los ojos llorosos y ni siquiera volteó a verme, lo entiendo, no era la respuesta que él esperaba pero, no debió besarme sabiendo que, por primera vez en años, me gusta alguien... -descargó todos sus pensamientos de un momento al otro, es como si hubieran abierto la caja de Pandora y Liam fuera la única persona que podía contener todos los males que salían de ella.

-Lo más importante... ¿Cómo te sientes? 

El menor decidió dejarse de lado por un momento, Theo ahora no necesitaba a un tonto celoso y coqueto a su lado, necesitaba un hombro y un oído, y Dunbar sería su apoyo emocional, al menos ahora que Brett no quería ni verlo. Que irónico, su mejor amigo no estaba para él cuando más lo necesitaba.

-Me siento muy mal, no quise lastimarlo, pero tampoco puedo salir con él si no siento nada más que amistad. No puedo mentirle y fingir amor, mucho menos ahora que sé lo que se siente estar enamorado...