Un Juego De Niños // THIAM

Capítulo Siete

Antes de responder, Theodore lo meditó fríamente, pero llegó a la conclusión de que no era probable de que eso sea cierto. Stiles era su amigo desde hace muchos años, se conocieron a los diez años, y ahora tenían diecisiete, no podía creer que su amigo de casi toda la vida lo viera a él de una manera que no sea amistosa o fraternal.

-Olvídalo, no es algo coherente. Me ve como a un hermano, no como a su futura pareja. Además sería un asco como pareja, jamás tuve una y dudo tenerla. -aseguró el ojigris con una sonrisa terminando su café.

-Eres romántico y atento, serías una gran pareja amigo. -arrulló con ternura el más alto.

-¿Estás seguro que me conoces? Porque creo que estás hablando de otra persona. -confesó confuso Raeken.

-Eres el mejor amigo que todos tenemos, siempre eres la madre del grupo. Cuando salimos de fiesta tú eres el que nos cuida a todos y luego deja a cada uno en su casa. Cada vez que alguno de nosotros necesita algo, eres el primero en salir corriendo. Hoy te pedí que vinieras aquí y dejaste de lado tu preciada siesta por acompañarme -enumeró las actitudes de Theo con una amplia sonrisa-. Además, sé que escribes canciones cuando alguien te gusta. Por cierto, ¿Quién es el "Chico de ojos cielo"? 

Aquello último asustó en demasía al chico. Raeken no era de ese tipo de personas que contaba sus secretos más personales delante de cualquiera, pero eso no fue lo que lo irritó, sino el hecho de que su amigo leyera sus cosas a escondidas y lo soltara, como si fuera una broma, delante de Liam. El de ojos grises se levantó de su asiento acomodando su ropa con una sonrisa para luego ver a su "amigo".

-Primero, eso es extremadamente personal. Segundo, es mi problema. Y tercero, simplemente me gusta escribir canciones imaginando a mi chico ideal, y él tiene ojos celestes -comentó con desgano haciendo notar a su mejor amigo que la había cagado-. En fin, ya se me hizo tarde y debo volver a casa para ayudar a Tara con la cena. 

-¿Tus padres están de viaje? -indagó confundido Brett.

-Muy bien, Talbot. Sigue ventilando delante de tu novio mis cosas -gruñó con molestia cruzándose de brazos. Respiró hondo y contestó por cortesía-. Sí, están nuevamente de viaje.

-Lo siento, no creí que fuera algo importante... -se disculpó levemente el de ojos marrones.

-Claro que es importante. Es mi vida, no es algo que le cuento a cualquiera -volteó a ver al rubio con una pequeña sonrisa inesperada-. Sin ofender, el problema no es contigo...

-Lo entiendo, a mí también me hubiera molestado la situación... -comprendió Dunbar con una pequeña sonrisa.

-Bien, gracias -suspiró bajo metiendo sus manos en los bolsillos de su sudadera-. Adiós, los veo mañana. Un gusto, Liam.

Sin decir más, se fue. Una vez fuera de la cafetería, comenzó a caminar hacia su casa enviándole extensos mensajes a Isaac, explicándole toda la situación completa. Realmente estaba enfadado por todo, su "Collar de la suerte" le jugó una mala pasada.