Capítulo Diecinueve

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-Eres un idiota -aquellas palabras habían salido con enojo de la boca de Liam, la furia comenzaba a dominarlo poco a poco.

-¿Por qué? ¿Soy un idiota por amarte? -preguntó indignado el castaño intentando, una vez más, tomar las manos del contrario.

-Aléjate de mí. Eres un idiota porque no entiendes cuando alguien te dice las cosas de buena manera. te expliqué que no quiero nada contigo, salimos dos veces, no eres lo que busco, te lo dije y aún así actúas como si yo fuera el amor de tu vida. ¡No me conoces! -comenzó a elevar la voz mientras se alejaba poco a poco del chico de ojos marrones, el cual sin dudarlo lo siguió.

-Li, quiero conocerte, porque creo que tú y yo seríamos una gran pareja. Tú no me conoces bien aún... -insistió nuevamente el más alto llegando a la entrada de la preparatoria.

-No quiero conocerte, entiéndelo. Lo poco que conozco de ti, no me agrada en lo absoluto -escupió con asco mientras intentaba encontrar a Theo con la mirada.

-Liam, no puedes ser tan exigente... -rugió el mayor con molestia tomando al chico de la mano para que éste lo volteé a ver-. En serio me gustas...

Brett divisó de reojo como su mejor amigo los estaba mirando, así que decidió aprovechar la oportunidad. Pasó suavemente su mano libre por el costado del rubio y lo acercó un poco hacia su cuerpo, lo suficiente como para hacer sentir mal a su amigo.

-Sé que voy muy rápido, lo siento, es que nunca sentí esto, lo que siento por ti, por nadie más. Es algo extraño, totalmente nuevo para mí... 

A medida que hablaba, iba acercando su rostro más y más hacia el del chico frente a él, todo bajo la atenta mirada de Raeken a lo lejos. Estaba apunto de besarlo, pero sintió un fuerte puñetazo en el estómago que lo hizo soltar al chico para arrodillarse del dolor. Mientras el de ojos marrones boqueaba en busca de aire, el chico frente a él se alejó unos cuantos pasos con una leve sonrisa socarrona en su rostro.

-¿Crees que soy un idiota? Conmigo no intentes esos trucos sucios porque no te salen. Vuelve a hacer eso, y te juro que te muelo a golpes.

Bajó las escaleras sin borrar su sonrisa para encontrarse con Theo, éste último se había acercado a ellos luego de ver el golpe. Miró a Liam mientras alzaba una ceja con gracia para luego mirar a Brett. A pesar de todo, seguía siendo su amigo.

-¿Estás bien? ¿Quieres que te lleve a tu casa?

-Vete al diablo... -murmuró el chico aún arrodillado en el suelo.

-Bien, como quieras. Yo sólo intenté ser amable contigo -suspiró el de ojos grises para luego hacerle una seña al rubio y comenzar a caminar juntos-. Deberías avisarle a tu mamá que no llegarás para el almuerzo...

-Sí, ya le avisé mientras caminábamos hacia los casilleros... -un pequeño silencio se instaló en el ambiente, pero aún así, Dunbar tenía algo que decir-. Lamento que te haya tocado estar conmigo de compañero, sé que hubieras preferido estar solo o con alguien acorde a tu nivel -murmuró el chico apenado con su mirada clavada en el suelo.

-No Liam. Te equivocas -aseguró el castaño con total seguridad en su voz.

-¿Mhm? -el rubio levantó la mirada encontrándose con una sonrisa perlada y genuina por parte de su compañero.

-Dije eso porque no quería tener más problemas con Brett, por hoy ya eran suficientes, pero al parecer él tiene algo en mi contra ahora. Creo que odia la idea de que tú y yo nos llevemos bien -dijo el ojigris volviendo su vista al camino.

-Pero eso es lo que él quería... -soltó confundido el menor.

-No. Él quería que yo finja que me caes bien, algo que suelo hacer con todas sus parejas para que se sientan bien, pero hay una diferencia.

-¿Cuál? -indagó confundido el ojiceleste.

-Que tú verdaderamente me caes bien...

Un Juego De Niños // THIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora