Un Juego De Niños // THIAM

Capítulo Nueve

Mientras Theo caminaba hacia su casa y hablaba con Isaac, Liam y Brett seguían en la cafetería, el rubio, muy incómodo por la situación, aprovechó la oportunidad para tener una conversación muy sincera con el más alto, había un par de cosas que aclarar.

-Oye, ¿Podemos hablar un momento? -el mayor se volteó hacia el chico con una sonrisa.

-Claro -murmuró-. ¿Pasa algo?

-De hecho sí -respiró hondo con una leve sonrisa-. Sabes que no somos pareja, ¿Cierto? -Talbot asintió algo confundido-. Bueno, creo que estás yendo demasiado rápido.  Yo te dije en nuestra primera cita que no quería algo serio contigo, y también te aseguré que me gustaba alguien...

-Lo sé, pero aún tengo fe en que terminaré gustándote en algún momento, y conseguiré que olvides a ese tonto que no te hace caso -aseguró sonriente el castaño-. Además, si no te gusto, ¿Por qué aceptaste venir?

-Porque me caes bien, y creí que sería una salida más de amigos -contestó el rubio, aún más incómodo que antes-. Y sobre la persona que me gusta, él sabe de mi existencia, de hecho, ésta misma mañana me dijo un cumplido. No deberías hacerte ilusiones conmigo, me resultas atractivo, pero no me conoces, ni yo a ti. De hecho, conozco más a tu amigo, que a ti. Y eso es muy extraño. -aseguró con seriedad.

-Conoces más a Theo porque, hablé más de él que de mí, no por otro motivo. -gruñó con severidad Brett, muy molesto por la comparación que hizo su chico.

-O quizás, es porque compartimos clases juntos, y hemos hecho más de una tarea en equipo -sugirió con obviedad-. En fin, sólo fue una simple comparación. Que por cierto, no tendrías que soltar las verdades de tu amigo con gente que no conoce, eso está mal.

-¿Ahora eres justiciero? -bufó con molestia el castaño-. ¿Te gusta mi amigo o qué?

-No voy a seguir con ésta conversación -escupió con molestia el chico, levantándose de su silla-. Creo que lo mejor será no volvernos a ver.

El rubio comenzó a caminar hacia la entrada del lugar, una gran furia desprendía aquel chico, acompañada de vergüenza y alivio. Claro que le gustaba el amigo del chico, pero no lo admitiría tan fácilmente, y menos delante de Talbot. Por un momento, creyó fielmente que se había librado del chico de ojos marrones, pero no fue así. Cuando estaba doblando la esquina de aquella calle vacía, el castaño apareció a su lado, con el cabello desaliñado, leves gotas de sudor en su frente y agitado, al parecer había corrido para alcanzarlo.

-Lo... Lo lamento... -murmuró el más alto sin aliento-. No quería hacerte enojar, Liam, realmente me gustas. Sé que yo a ti no, pero desde el primer día en que te vi, sentí un flechazo... Por favor dame otra oportunidad, y te prometo que si a ti se te da la oportunidad de estar con el chico que te gusta, no voy a interferir. Te dejaré ser feliz con él y me apartaré sin mirar hacia atrás.

-Brett, lo siento, pero no eres mi tipo. Eres un gran chico pero...

No pudo seguir hablando porque fue interrumpido por unos labios expertos pero ásperos. Liam intentó seguir el beso, pero le fue imposible, no era agradable, Brett era rápido hasta para besar. El mayor tomó al chico por la cintura atrayéndolo un poco más a su cuerpo, pero el menor se alejó automáticamente, su cuerpo rechazaba el tacto del más alto. Suspiró bajo y sonrió de manera algo fingida, pero el contrario no lo notó.

-Adiós Brett... -murmuró para, acto seguido, seguir con su camino.

-Adiós, guapo...

El mayor se fue a su casa con mariposas recorriendo su estómago a causa del beso, mientras que el menor, fue hacia la suya con un gusto agridulce en la boca. Por un lado, ahora sabía el nombre del dueño de aquellos orbes grisáceos que tanto le gustaban, y a su ves había tenido una charla muy amena con el chico. Pero por otro lado, no había conseguido que Brett entendiera que no sentía nada por él. Liam aceptó la primera cita sólo porque, le había dado pena decirle que no al chico, y a su vez, sabía que Talbot era parte del grupo de amigos de Raeken, creyó que podría acercarse al de ojos grises de esa manera, claramente fue un grave error. Que arrepentido estaba ahora...