III

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Habían pasado dos semanas desde ese primer encuentro, de vez en cuando, salía de la biblioteca por invitación de Makima en ir a comer o retirarse directo a su casa.

No había momento donde se distrajera.

La lectura se encontraba pesada, buscando información en las finas hojas de un color blanco que pasaba a ser amarillento, sin embargo, su cabeza estaba nublada y confundida.

El demonio pistola era su principal fuente de inspiración para tener una investigación pulcra y organizada, pero al instante se iba al caño.

Mientras más leía, aparecían repentinas visiones donde era una destrucción asegurada. Tal como le advirtió cierto demonio.

Estaba horrorizada.

Seguía encontrando información de otros seres de igual o más calibre que el buscado, pero eso no la satisfacía y simplemente dejaba un sabor de amargura.

Su investigación se vio interrumpida al momento que alguien tocó la puerta.

—Adelante.

Se dejó ver una silueta oscura, por su forma podía percibir que era una mujer de cabellos largos.

—Soy yo —se escuchó su voz femenina acercarse. —. Soy Himeno.

—Hmm, Makima mencionó algo sobre usted —miró desde los pies hasta la cabeza a la visitante. —, ¿qué tal el novato?

—Es un buen chico, algo grosero a veces, incluso mandó disculpas por esa vez que se vieron, pero eso no es lo que importa —se quedó callada unos segundos, pensando en lo que iba a hablar. —. Tiene tu edad.

Aquello fue repentino, un poco raro que se lo mencione a la chica por obvias razones, sin entender el por qué de eso último. ¿Qué buscaba?

—Vaya al punto, por favor.

—Quiero la protección absoluta para él —sentenció, sin remordimiento. —. No quiero que él muera.

Su semblante cambió, demostrando una mirada vacía y pensativa, ¿y esta tipa quién se creía? Se preguntó la menor. Era la mano derecha de Makima, sí, pero eso no significaba nada, no se podía considerar cazadora, ¡se la pasó estas últimas dos semanas encerrada en una biblioteca! Podía considerarse una jodida come libros.

—¿Por qué me pide esto a mi? No soy mi maestra, o alguien importante aquí. Es más, no soy una cazadora pública de demonios... —se acomodó en su asiento, viendo a la mayor con un rostro neutro. —¿ha hecho un trato con alguno, siquiera?

Hubo un silencio en respuesta.

—Sé que aún es un niño, quizás no confíe lo suficiente en él porque sigue sin entender muchas cosas... —cerró el libro de color vino, para luego levantarse. —no estoy interesada en formar un revuelo a Makima solo por él. Lo siento.

Antes de siquiera poner una objeción, la puerta había sido cerrada con un golpe resonante en todo el salón.

Himeno quería gritar, de furia.

Pensaba que por ser alguien menor por muchos años, podría acceder fácilmente, pero...

Estamos hablando de alguien que fue altamente cuidada por Makima.

•| ⊱✿⊰ |•

—Según el reporte de la señorita Astartea, el demonio pistola ha dejado pedazos alrededor del mundo, con estos podríamos descifrar su ubicación si los recolectamos, ahora... —la oficinista realizó una demostración, apegando los tres pedazos que habían recolectado —estos pedazos funcionan como un imán, del cual pueden agruparse en uno solo y así ser capaces de formar un... ¿Cómo se dice?

Memories.  ||  Hayakawa AkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora