XVIII

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Feliz año nuevo (atrasado) gente bonita, espero la pasen fenomenal y cumplan sus metas. Muchísimas gracias por el apoyo hasta ahora. 💞

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Hay una puerta que no debes abrir, porque será tu perdición y muerte en un solo paso. La traición de las personas que te rodean solo es uno de los tantos casos de la vida.

Y ahí estaba, sintiendo como el demonio ángel evitaba tocarla porque estaba a su lado. De alguna forma, él estaba evitando verle a los ojos.

Pero los de la fémina solo se llenan de lágrimas que hacen su rostro arder, siente dolor.

Y finalmente vuelve a levantarme.

—Denle mi sangre. —pero así mantiene sus ganas de ayudar a Denji.

Él es parte de su contrato, ahora.

—Puede que mueras si te toco, no puedo hacer eso. —interviene el pelirrojo, pero lo manda a callar.

—Debemos salir vivos de aquí, al menos ustedes.

—¿Eso es una despedida? —él mismo pregunta, pero ella solo se empieza a reír.

Aunque eso provoque que deba toser sangre.

—No vas a morir, Astartea —se escucha la voz de Aki. —. Maldición...

—¿El carro no enciende?

A su frente puede verse a cierta híbrida, teniendo en sus manos dos cabezas.

—Los maté para hacer una demostración de mi fuerza, aunque prefiero no matar a nadie.

—Dale mi sangre. —ordenó al demonio de aureola.

—No le hagas caso, está muy débil y comienza a delirar. —contradice el pelinegro.

Pero empieza enojarse y frunco mi ceño.

—Cállate, Hayakawa. Y tú hazme caso, dale mi sangre a estos dos. —tose más fuerte, ocasionando que la ropa se manche.

Finalmente hace caso a su jefa, agarrando la sangre que goteaba de su boca.

—Qué asco... —murmura el demonio. —Oye, ¿a dónde iremos?

Momentos después.

—No podemos intervenir en esta pelea, debes buscar ayuda a un doctor.

—¿Cómo haré eso en este desastre?

—No sé, pero Denji también está en peligro.

La respiración del pelinegro se detuvo, como si se tratara de un milagro, un montón de personas salieron de un hospital, entre esos, doctores.

El de ojos azules no tardó en buscar a uno, con la condición de que se alejaran lo suficiente de ahí.

—Su pulso está muy débil, puede morir en cualquier-

—Sigo viva, sigo viva... —interrumpe al mayor, pero su voz se escucha bastante ronca, preocupando a los presentes.

—No puede levantarse, debe ir a urgencias...

—¡No! —vociferó desesperada, tratando de levantarse. —¡¿Qué hay de Denji?!

El viaje de un posible mundo a otro puede dejar varios síntomas.

Y en los peores casos, la muerte.

—Astartea, apenas puedes levantarte, ¿cómo podrías ayudar a Denji así? —toma por los brazos a la joven, apegando sus cuerpos. —Por favor, quédate aquí.

Memories.  ||  Hayakawa AkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora