XV

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—¿Puedes... ver el futuro? —repitió lo último con lentitud.

—No sé por donde empezar a contarte. —hice una mueca, algo incómoda. Él lo notó.

—No tienes que empezar ahora, podemos hacerlo luego y...

—¡No! —solté casi en un grito, evitando que termine. —Sí quiero hacerlo ahora, solo necesito formular bien todo...

—Respira, puedo escucharte. —mi mirada se suavizó con sus caricias a mi espalda.

Yo reuní el valor suficiente para confesar todo.

—Provengo de un clan —empiezo a relatar. —, uno donde eran parte de la sede de cazadores, pude saber esto gracias a Makima y un portal.

—¿Dónde te guía eso? —él preguntó, yo solo bajé la mirada.

—Al parecer una biblioteca, pero llena de oscuridad, y un pasillo largo —respondí insegura. —. Aún mantengo cierto miedo.

Él se queda en silencio a la espera de que yo continúe, en una forma de distraer mi persona, entrelazo su mano derecha con mi izquierda, apoyando mi cabeza sobre su hombro.

—No sé mucho, pero hicieron varios contratos con demonios, y ahí está el demonio de la muerte —aprieto el agarre —. Como decía, Ciclamen sólo me contó lo que verdaderamente importaba, y eso era mi relación con el demonio. Me otorgó una clase de "don", que significaba mi comienzo con las visiones, lo que pasaría realmente; así, a mi voluntad o no, iba a tenerlas.

—¿En sueños también? —asentí. —Me gustaría saber qué viste.

—No puedo decirte eso —solté con tristeza. —. Me han mostrado cosas muy exactas, no fragmentos.

Él asiente, luego se levanta de aquel sofá que compartíamos, una llamada desde su pequeño celular acaba de llevarse toda su atención.

—Hablaremos de esto luego, ¿sí? —yo hice una pequeña mueca. —Es importante, lo siento.

—Está bien. Ten cuidado, Aki. —lo seguí hasta la puerta.

Antes de cerrarla, él tomó el dorso de mi mano, apegando su cuerpo y el mío, ambos mirándonos a los ojos con el afán de saber qué pasaría luego. Siento como deposita un beso en mi mejilla por parte de sus dulces labios.

—Cuídate tú también, Astartea... —se retira antes de que pueda articular una respuesta.

Y me quedo sola en ese departamento sin luz, de nuevo siento una mezcla de emociones indescriptibles.

Mi día habría terminado ahí, de no ser porque los recuerdos de la tarde regresan a impactar mi cabeza.

Antes del anochecer.
Flashback.

—¿Me quieren ver muerta? —mi respiración comenzaba a acelerarse —¿Tú se los dijiste?

—No, aún tengo algo de tacto hacia ti —confesó sin tapujos, yo la miré fija. —. Ellos ya querían asesinarte de todas formas, te consideran una clase de fragmento de Makima muy importante.

¿Qué tienen conmigo y relacionarme cada momento a ella?

—¿¡Tienes idea del problema en el que estoy?! ¡Me asesinarán! —el pánico en mi voz era notorio.

Incluso sentía que iba a perder la razón, pero debía respirar.

—¡Estoy en la mierda! —vociferé —¿Qué haré ahora? —. Tenso mi mandíbula.

Esa pregunta me la pasé repitiendo, siento como si respiración se comienza a irregular, como si se trataran de quitarme el oxígeno de mis pulmones con el tiempo que pasa. Estaba desesperada, me dolía mi cuerpo en el que posiblemente ocurra un colapso.

Memories.  ||  Hayakawa AkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora