Giannis
Con lo poco que queda de mí paciencia, accedo a ir tras de Olimpia, según mí madre no está pasando una buena época, sus joyerías no están dando lo suficiente en París, ella no está enfocada ni presente en sus tiendas, lo que hace que cada vez pierda más clientes y pedidos, según Oda y mí madre no a podido superar lo nuestro, según yo mejor ni lo cuento, vuelvo de mis pensamientos, y me encuentro entrando al despacho de mí abuelo, Olimpia me da paso y luego ella cierra la puerta con fuerza, me doy la vuelta sorprendió y enojado, estoy más que harto de sus avances, de sus llamadas a cualquier hora, las cuales eh dejado de contestar, pero siempre ronda en mí mente un sentimiento de culpabilidad, porque yo sé que no tiene familia, sus padres murieron en un accidente aéreo hace 10 años y ya no le queda más nadie, solo mí familia y yo, pero yo ya no puedo estar en esa posición si quiero que lo mío con Isabella función, así que sacando fuerzas me encaro hacía ella y le digo que que es lo que quiere, ella automáticamente cruza el despacho para abrazarme y trata de besarme siento sus labios por la mejilla el cuello no llega a mis labios, no sé cómo apartarla, y de malos modos tomo sus brazos y le digo que basta que se comporte , es como una hidra se vuelve a golpearme, grita llora y mientras dice que soy suyo, que nunca me va a dejar ir, que que tiene Isabella que hace que la elija, yo cuando veo la semejante estado, trato de hablar con ella, de tranquilizarla, la abrazo y le digo gentilmente que trate de tranquilizarse.
Olimpia basta basta, shhh shhh basta, de a poco deja de llorar y me dice mirándome a los ojos, Giannis dime realmente lo nuestro termino, realmente no me quieres más, realmente esperas que esa poca cosa te haga sentir tan bien en la cama, yo no lo creo, te vas a aburrir, no vas a tener la variedad que tenías conmigo...
Son estos momentos en que la desconozco, donde no se cuál es el personaje cual es la verdadera mujer si la que llora por mí o la malvada mujer que dice todo y de todo para hacer doler.
Cuidando poder salir del despacho sin que haga un escándalo, me voy acercando a la puerta, antes de poder girar el pomo le digo mirándola a los ojos, Lo nuestro está muerto Olimpia desde el día en que nos divorciamos, nos hemos entretenido juntos, la hemos pasado bien pero era solo sexo, nada más, se que eh vuelto a tentar mí suerte porque de pronto siento como gira mí cabeza por la bofetada que me acaba de lanzar, le tomo el brazo y ella se vuelve a soltar y antes que pueda salir definitivamente del despacho me grita que milla me manda saludos y que más tarde que temprano si se lo que me conviene nos vamos a tener que juntar los tres lanza una carcajada digna de una loca con camisa de fuerza y yo salgo a paso rápido, porque me recorre un escalofrío el cuerpo, yo sé lo que me a querido decir, yo sé de lo que es capaz, solo espero que no tenga nada más que su palabra contra mí , que haya borrado todos los videos juntos que hicimos estando casados y luego en los clubes de sexo a los que íbamos, yo ni siquiera pensaba en la posibilidad de estar con Isabella o en ninguna relación sería, mientras me devano los sesos me voy acercando a los asientos que por la cara que trae mí novia intuyo que no fue nada bien con mí madre y hermana, luego quemaremos ese puente, voy a paso decidido y mirándola a mí amor a los ojos les digo a mí madre y hermana quienes están con la boca abierta, con permiso tomo a Isa de la mano y la llevo a la pista empieza Sabor a mí de Luis Miguel...
La hago girar y luego la abrazo lo más fuerte que puedo ella se entrega a mí, es masilla en mis manos, le canto al oído "pasarán más de mil años muchos más, yo no sé si tenga amor la eternidad pero allá tal como aquí en la boca llevaras sabor a mí" y aprovecho para besarla, pero me frena para observarme el rostro, ahora entiendo las caras sorprendidas de mí madre y hermana, me toca la cara despacio con sus hermosos dedos y ahí me doy cuenta tengo los dedos marcados de Olimpia, tras el cachetazo. Isa se quiere soltar de mí pero yo la retengo, solo quiero su amor y que bailemos juntos no sé cuánto más podremos estar así de tranquilos, de bien, se que esto no lo va a dejar pasar Olimpia, así que utilizo lo que mejor se me da para distraerla y la beso, ella se queja se revuelve en mis brazos, pero luego se deja hacer y así continuamos bailando como si no hubiera un mañana.