Yo soy Izuku, el pecoso nerd // Katsudeku

23. Nada está bien...

-No Akihiro... Lo nuestro no puede ser...

-Maiko... No me digas eso, yo te amo...

-Akihiro...-lágrimas y más lágrimas caían por su rosadas mejillas.-Yo también te amo...

Antes de poder juntar sus labios en un último beso, una persona más apareció.

-¡No!, ¡¿Qué haces besando a la lisiada?!

-¡O-Oyuki!

-Así es que es de él de quién estabas enamorada, ¡Maldita lisiada!

Ambos estaban en shock, no salían las palabras.

-¡De mí Akihiro!, Pero me la vas a pagar... ¡Descarada!

Aquella mujer se lanzó a la chica, recibiendo de forma inmediata una cachetada muy sonora.

-¡Auch!, hasta a mí me dolió...-Yagi río bajo, sobándose la mejilla derecha, creyó que la broma haría reír a su Inko pero no fue así.

Tenía una mirada tan perdida que no pudo evitar preocuparse, así que apagó la televisión y tomo con ambas manos el rostro de su pequeña peliverde, está vez ella si reaccionó.

-¿Q-Qué pasa?

-Es lo que yo quisiera saber... ¿Qué pasa?... Has estado muy distraída...-Inko suspiro.

-Lo siento cariño...-tomo las manos de su novio entre las suyas.-Es solo que... Algo me dice que algo no está bien...

-¿Algo respecto al joven Midoriya?...

-Si... Desde que entró a trabajar en esa empresa de modas, había tenido un semblante más brillante... Y su sonrisa desbordaba felicidad pura... Y mucho más el día de su cumpleaños... Pero casi enseguida, todo su ser se volvió deprimente... Al igual que Kaminari...

-También lo he notado...-Toshinori atrajo a su cuerpo el cuerpo de la mujer pequeña para abrazarle.-Pero no debes preocuparte... Esos chicos son muy fuertes y se que saben enfrentar cualquier adversidad...

-Lo sé... Pero aún así no dejo de preocuparme...-Inko río tiernamente al sentir los labios de su novio en su regordeta mejilla.

-Dales también su espacio... Ellos saben que a su lado tienen a una gran persona que dudará en escucharlos cuando ya no puedan más... Confía en ellos...-la mujer asintió, recargándose más en el pecho del hombre rubio.-Quizás es un mal de amores...

-Si es así... No quiero que mi Izuku vuelva a sufrir como en el pasado...-apretó levemente sus pequeños puños y Yagi acaricio su espalda con delicadeza.-Ni tampoco Kaminari... Es como un hijo para mí...

-Son dos jóvenes fuertes... Debemos confiar en ellos... Y demostrarles que no están solos... Yo estaré siempre para ustedes, de eso no tengas ninguna duda...

-Gracias...-susurro Inko, alzando levemente su rostro para depositar un casto beso en la barbilla de Yagi, ante el gesto, el hombre sonrió enternecido.

-¿Por qué?...

-Por aparecerte y estar en mi vida... Cómo mi soporte ante los problemas... Y mi luz en mi camino...

-Gracias a ti por permitirme estar en tu vida y en la de tu pequeño... Los cuidare porque son mi familia ahora...

Ambos se dieron un pequeño beso en los labios, para después sonreírse el uno al otro en señal de su apoyo incondicional para el otro.

Poco después Izuku llegó a la casa y solo se limitó a saludar desde la lejanía, Inko lo miro preocupada mientras subía las escaleras con clara pesadez, pero haría caso a las palabras de Yagi, si su pequeño quería hablar, ella esperaría.