Yo soy Izuku, el pecoso nerd // Katsudeku

27. Mar y cielo

-Señores pasajeros, bienvenidos al aeropuerto de Naha en Okinawa...
Por favor, permanezcan sentados,...

El piloto del avión daba las indicaciones habituales sobre el momento de aterrizar; Izuku, quien se había quedado perdido en la vista que tenía a través de la ventana, acató las órdenes del que hablaba.

-Si desean cualquier información, por favor diríjanse al personal de tierra en el aeropuerto; muy gustosamente les atenderán... Muchas gracias y buenas tardes.

Y en solo un instante, el avión había aterrizado en tierras cálidas, típicas de un ambiente de mar.

Las aeromozas repitieron las indicaciones del piloto así como agradecían con una sonrisa la preferencia de su vuelo.

-Bien, llegamos.-Momo tomo sus cosas personales que solo constaban de un enorme bolso y algunos documentos en carpeta, se giro a ver al pecoso quien solo tomo su mochila amarilla de la parte de arriba.-Vamos Izu, nos están esperando.

-S-Si Señorita Momo...

Los pasajeros fueron saliendo de uno en uno, hasta que por fin, Momo e Izuku sintieron en sus rostros el aire tropical.

Para la pelinegra era una gran sensación de paz pero para el peliverde... Era una sensación demasiada caliente para su gusto; el calor era infernal y los trajes que él llevaba consigo además del que traía puesto no iban a servir para nada más que para terminarlo de rostizar.

-¿No se siente genial el clima Izu?.-Momo no se había fijado muy a fondo en el conjunto de ropas que llevaba el pecoso, pero al momento de girarse a verlo mientras bajaban las escaleras se dio cuenta de la situación.-Uis... Creo que tendremos que ir a comprar ropa...

Izuku estaba apenado y super sudado, desabotono los dos primeros botones de su camisa pero aún así, la pesadez del traje era demasiado para el calor.

-N-No es necesario Señorita Momo... De seguro encontraré algo ligero en mi ropa...-mintio, pues sabe que lo único que empaco fueron trajes y claramente no podría estar solo en calzones y mucho menos eso porque casi la mayoría que llevaba, tenían el rostro de su personaje favorito de anime.

Yaoyorozu sonrió como siempre, de una manera comprensiva hacia él.

-Hare como que te creo... Pero aún así, iremos, pero primero debemos llegar al hotel a dejar las cosas.

Antes de que Izuku le volviera a decir que no era necesario, la mujer ya había avanzado rumbo a un lugar fijo; no tuvo más opción que moverse rápido hacia ella, quizás en el camino la pueda convencer.

Caminaron por el aeropuerto hasta llegar a lo que era la salida y dónde se encontraban la paradas de los taxis, Momo llamo la atención de uno pero de inmediato Izuku entro en un pequeño pánico al recordar algo.

-¡S-Señorita Momo!, ¿¡pero y n-nuestras maletas!?

-Oh, nuestras maletas esperan ya en el hotel, así que por eso ya vámonos.

La calma que mostró la mujer lo hizo entender que ella tenía todo bajo control y que la razón por la que se sentía tan nervioso o ansioso de todo, era por lo que había dejado atrás.

Negó con la cabeza, sacando de ella todo pensamiento negativo; sabe que es una oportunidad para tener al menos un poco calma después de esa terrible tormenta, además que ahora debe enfocarse en ayudar a la pelinegra y no ocasionarle problemas.

Así que rápidamente se sube al auto después de Momo y el chófer del taxi arranca rumbo al hotel.

-Izuku...Mira.