Observa a través de la ventana como las ruedas del avión tocan al fin las tierras de la ciudad de Tokyo.
Suspira pesadamente, sobrepensando si de verdad está listo para enfrentar lo que sabe que a unos cuantos kilómetros se encuentra.
-Llegamos...-Momo toca su hombro, interrumpiendo todo pensamiento, la mira y ella le sonríe.
Asiente bajo, ambos se levantan de sus asientos, toman sus maletas pequeñas de las partes superiores del interior del avión y emprenden camino hacia la salida.
Las aeromozas agradecen a sus pasajeros, aunque Izuku deseaba quedarse más tiempo, de verdad sus nervios no lo dejaban en paz ni un instante.
Sus piernas tiemblan a cada paso que da, su estómago dolía, su cabeza dolía, su corazón dolía... Pese que lo haya perdonado... Aquella espina seguía clavada en su pecho.
Momo al notar su inquietud, le toma de la mano y decide guiarlo hacia donde recogerán su equipaje.
-Tener miedo no es malo Izuku...-la mujer comienza a hablar, llamando la atención del mencionado, deduce que es obvia su expresión.-Yo sé que te aterra la idea de enfrentar todo... Y a todos... Pero me di cuenta de que este viaje te ha cambiado... Dentro de ti ya existía una valentía para enfrentar los problemas, este viaje solo fortaleció esa parte.
-Pero sigo con miedo...-menciona desanimado pero Momo solo le sonríe.
-Pero cuando llegue el momento, esa valía saldrá y créeme... Todo estará bien.
Izuku piensa, y sabe que todo lleva un proceso; que es normal sentir temor, y más cuando ha pasado por un duro duelo del corazón.
Momo entonces, se dirige hacia las maletas e Izuku las toma, la mujer camina rumbo a los taxis siendo seguida por el pecoso.
-Señorita Momo...-pero ambos detienen sus pasos, la mujer le mira atenta.-No la defraudaré... Este viaje me ayudó demasiado... Me ayudó a comprender lo que valgo y merezco... A no rendirme y ser fuerte... Aunque hoy tenga miedo...-le miro a los ojos con determinación.-Enfrentare con la cabeza en alto lo que venga.
Momo sonríe entonces.
-Yo sé que así será.
Si, él aún siente aquella incertidumbre, pero sabe que al final del día lo enfrentará, tiene que...
Pero lo hará y ya no huirá más.
El atardecer ilumina las calles por las que pasa, observa atento su entorno; saber que esta de vuelta por dónde alguna vez fue feliz lo llena de nostalgia, los tantos recuerdos de su niñez, adolescencia y tiempo actual llegan como en película.
No puede evitar soltar una sonrisa nerviosa y melancólica.
-Hemos llegado.-menciona el conductor del taxi e Izuku mira a su lado izquierdo su casa, siente alegría de volver a ver a su familia y amigos, pero nuevamente el miedo llega un poco más fuerte a él, es obvio.
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Yo soy Izuku, el pecoso nerd // Katsudeku
RomansaAnteojos enormes, brackets plateados, un traje increíblemente holgado, cabello verde opacado por una capa espesa de gel liberando risos por la parte detrás de la cabeza y muchas pecas. Izuku tiene una increíble habilidad para las finanzas, pero enc...