2. Nuevo compañero

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Tiempo antes de recibir la llamada, minutos después de que nuestro querido pecoso se fuera cabizbajo de la famosa empresa de moda "Divine Fashion", un chico de cabellos cenizos y bien vestido llego para por fin tomar por suya la oficina de presidencia.

Todos los secretarios de las áreas de la empresa saludaron al joven licenciado y este solo hizo ademanes con su mano dando indicios de un saludo.

Cuando quiso entrar a su oficina noto que el escritorio donde se supone debe de tener a su secretaria o secretario está vacío, y con un gruñido y un gran grito llamo al Licenciado Yamada.

—¡Joven Bakugou buen día!¿En qué le puedo ayudar?—dijo un tanto nervioso al ver la expresión de quién le había llamado. Significaba peligro.

—¿Porque mierda está vacío este lugar?—señalo el escritorio.

—U-Una disculpa Joven Bakugou, lo que pasa es que le estoy buscando a alguien eficiente y que presente bien su imagen al momento de recibir grandes visitas de negocios.—trato de estar tranquilo pero la mirada del joven lo ponían en alerta, su mirada era muy pesada.

—Tch, pues ya tardaste demasiado.—chasqueo la lengua para después sobarse el puente de ella nariz.—Quiero a mi maldita secretaria o secretario aquí a la de ¡YA!—esto último alzo la voz haciendo que Yamada diera un pequeño brinco del susto.

Y antes de que dijera algo, una voz femenina arribo el lugar.

—Cariño, no grites.—sonrio una chica de cabellos castaños y a su lado estaba su mejor amiga pelimorada.—Ya te tengo tu secretaria.—señalo a la que tenía a su lado, está solo sonrió.

—Ni de broma.—una mirada sería fue dirigida a ambas chicas que, en sus rostros se mostraba sorpresa.—Sé cuál es tu plan Uraraka... Y no me vas a tener controlado.—sin esperar más una respuesta a esa situación, ingreso al fin a su nueva oficina.

—Creo que no le gustó la idea Urara—y sin continuar, la castaña hecha una furia entro a la oficina. Jirou estaba parada ahí esperando a ver si le daban el trabajo.

Los demás la veían sin alguna expresión, siguieron en lo suyo pero Jirou solo mostraba una cara de pocos amigos, no quería trabajar, pero no tenía opción, las deudas no esperaban.

En cuanto al cenizo, este se dispuso a sentarse en el gran escritorio de madera oscura, la silla era muy cómoda, una grande color negro, en la mesa ya había colocado unos cuadros de fotos de él con sus padres y papeles para el trabajo. Entrando sin permiso, la castaña pego en la mesa viendo directo a su prometido.

—¿¡Porque te comportas así con Jirou y conmigo!?—grito muy molesta.—¿¡Que acaso me ocultas cosas y no quieres que me enteré!?

—No te oculto nada, pero no la quiero porque me sentiré vigilado y eso es un mierda.—vio fijo a la chica con seriedad.—Si quiere estar aquí que muestre su currículum a Yamada, que luche por el puesto y no por influencias tuyas, ya veré si es tan inteligente como para poder ser capaz de trabajar.—se cruzó de brazos recargado en su silla esperando a por la respuesta de Uraraka.

—Bien... Trae los papeles así que decidirás.—se giro rumbo a la puerta pero se freno antes para verlo.—Mas te vale que no me estés ocultando cosas Katsuki...—y sin más se retiró para ir con Jirou y Yamada.

Bakugou solo suspiro pesado y empezó a dar vueltas en su silla para relajarse, apenas era el primer día en la oficina y ya estaba harto. Escucho como tocaron la puerta, se incorporo bien a su asiento para recibir a quien estaba afuera.

—Pase.

—Joven Bakugou, tengo dos personas aptas para el puesto.—dijo Yamada con dos carpetas en sus manos. Se estiró y se los entrego.

Yo soy Izuku, el pecoso nerd // KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora