JACE
Me desperté de golpe, un poco desorientado, Samy me veía con cara de ansiedad, casi al instante me estaba poniendo los pantalones. -Dios, ya viene cierto, voy, voy a traer la maleta-. Corro como si no hubiera mañana de un lado al otro buscando la maleta, que hacía dos noches preparamos, más por insistencia de Samy. Me detengo en seco cuando mi chica ríe histéricamente, alzo una ceja.
Se limpia las lágrimas de los ojos, si hasta ese punto se rio. -Oh, Dios, ja,ja,ja, debiste haber visto tu cara-.
Me cruzo de brazos. -No le veo la gracia, casi me matas, ¿qué demonios Samy?-.
Se sienta al borde de la cama. -Solo quería decirte que tengo hambre y se me antojo una hamburguesa con queso doble y papas con queso derretido con tocino-.
Miro el reloj en la mesa de noche. -Son las dos de la mañana-. Le digo con voz ronca por el sueño.
Me da una sonrisa dulce, "oh no, demonios no, ya sé a dónde va esto", no es la primera vez que me despierta en medio de la noche, dándome un susto de muerte solo para que le compre comida, me da esa linda sonrisa y mi bastardo ser siempre sede, suspiro.-Detente ahí, voy a comprarte lo que quieras-. Me estoy poniendo la camiseta y un par de converse gastadas de color negro, toma mi rostro por lo que me agacho, soy recompensado con beso en la boca.
-Gracias, eres el mejor-.
Dándole otro beso me muevo para tomar las llaves del auto, donde demonios voy a conseguir un lugar abierto a esta hora es la jodida pregunta. -Solo porque tú me haces mejor-.
SAMANTHA
Lo veo irse, tengo una sonrisa tonta en mis labios, la fecha para el parto se acercaba, lo que me tenía nerviosa y una nerviosa yo come el doble. Los antojos nocturnos se han hecho frecuentes en estos días, por lo que siempre despierto a Jace en medio de la noche o como en este caso a las dos de la mañana, que puedo decir mi hambre no espera un no por respuesta.
Me siento en la cama feliz por que pronto tendré me hamburguesa y papas fritas, "mmmmm, papas, oh rayos, irían bien con helado y brownies", me levanto con dificultad de la cama, porque oh si mi vientre es enorme, me veo como una aceituna atravesada por un palillo de dientes, él bebe es bastante grande, tengo un nombre en mente pero dado que el señor, no-no, siempre tiene algo que decir prefiero guardarlo para mi hasta que crea que es el momento.
Tomo el teléfono para llamar a Jace, responde al tercer timbrazo. -Dime cariño-.
Puedo escucharlo haciendo los cambios en su auto. -Oye, puedes traer helado de galletas y brownies-.
-Samy, hay brownies en casa-.
Sonrió. -Nop, me los termine hace dos noches-. Suelta una carcajada sonora, provocándome una sonrisa.
- ¡Demonios!, le doy gracias a Dios por no ser comestible-.
- ¿Quién dice que no puedo comerte?-. Mi voz sale suave.
-Um, como que me gusta a donde va esto-. Me dice con voz profunda, casi se me escapa un gemido, "olvídalo creo que se me antojo otra cosa". -No me molestaría tener tu linda boca sobre mí-.
Maldito tono de voz, está alterando mis muy lujuriosas hormonas. -Jace River Maxfield, quiero mi comida, después hablaremos de cómo voy a recompensarte-.
Se ríe de forma ronca. -Bien, si mi recompensa eres tu gritando mi nombre mientras.... -.
- ¡Jace!-. Lo regaño, puedo sentir mis mejillas sonrojándose.
-Ja,ja,ja,ja, está bien, está bien, te alimento y luego te hago gritar, regresare pronto-.
Negué con la cabeza. -Eres un idiota-.
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Lo tomas o Lo dejas (EDITANDO)
Teen FictionJace Maxfield es lo opuesto a responsable en realidad ni siquiera conocía el significado de la palabra teniendo chicas por montón no solo por su físico encantador y condenadamente ardiente el hecho de que tu padre sea un famoso cantante de una de la...