Un años después
SAMANTHA
— ¿Entonces cuanto falta?—. Le pregunte a Val lamiendo mis dedos llenos de crema pastelera que sobro del pastel de chocolate que prepare para esta noche.
—Estaremos ahí, como en una hora, talvez dos ya sabes que el tráfico en navidad es terrible—.
Suspire, ella tenía un punto, la ciudad estaba más que bulliciosa el veinticuatro de diciembre, todavía había gente comprando regalos.—Bien, de todas formas creo que serán de los primeros en llegar, Maco aviso que llegaría pasada las diez de la noche, ya sabes cosa de estrellas, traerá a la hermana de Jace con él—.
—Uh, si, de todas formas tenemos que cambiarnos cuando lleguemos, no esperes mucho entusiasmo de parte de Drake, sabes que le toco turno nocturno a noche y no pudo dormir durante el vuelo—.
Me lo imaginaba, Val se había mudado con Drake hace unos seis meses cuando mi hermano logro convencerla de hacerlo, las cosas iban y venían entre ellos. Ha sido duro para ellos con Drake entre turnos nocturnos dobles, a veces no llega a casa después de dos días, el hospital consume gran parte de su tiempo pero ellos se aman tanto que hacen que funcione. —Lo importante es que vienen solo eso importa, aunque espero que Drake no duerma sobre la comida—.
Val ríe ruidosamente haciéndome sonreír—No prometo nada—. Me asegura.
—Bien, bien, te dejo, voy a buscar a mis dos caballeros revoltosos—.
Termino la llamada, tengo la confirmación de todos para esta noche, seguimos viviendo en el apartamento, no puedo simplemente irme, sé que lo más práctico es una casa pero aquí es donde se siente correcto estar. —Jace—. Lo llamo suavemente, mis chicos siempre se esconde, es su juego habitual, después de todo mi pequeño no duerme mucho lo que implica que nosotros tampoco dormimos, pero Jace duerme menos que yo, a que mi rendimiento académico no baje, regrese a la universidad, más para tomar cursos pre-carrera, para no atrasarme el año que viene, por lo tanto cuando mi pequeño cae, él también lo hace no importa dónde.
Una vez los encontré a ambos dormidos en la bañera, como es eso posible, no me pregunten. Me dirigí directo al cuarto de nuestro hijo, después de todo ahí los deja hace un par de minutos, me apoyo en el marco de la puerta para admirar lo que tengo frente a mí. Jace está en la mecedora, sin camiseta con sus pies apoyados sobre la cuna, sostiene con firmeza a nuestro pequeño que ya tiene un año, es enorme pero bueno Jace es bastante alto.
—Deja de acosarnos—. Me dice Jace con una sonrisa adormilada, no abre los ojos.
—No los estoy acosando—. Me acerco para darle un beso en la cabeza y frotar con mi mano su barba de un mes, él la conservo y no puedo negar que me encanta en él. —Pero oye, tengo todo el derecho dado que ustedes son míos—.
Ahora si tengo toda su atención, me mira con sonrisa pícara. —No me provoques o juro por Dios que mando a todos al carajo y te encierro solo para mí—. Me guiña un ojo y cuando estoy a punto de responder Rhyt alza su cabecita para vernos con esos grandes y hermosos ojos azul acero idénticos a su padre.
—Hola guapo, ven con mamá, papá necesita un baño con urgencia—.
—Muy graciosa—.
JACE
Termino de arreglarme la corbata plateada, estaría entre familia pero me gustaba andar con un poco de clase después de todo. Ha sido un año bastante agitado, Val mudándose con Drake, Lexie comprometida con Marcus, él se lo propuso el mes pasado en el cumpleaños de mi hijo, "bastardo roba atención".
ESTÁS LEYENDO
Lo tomas o Lo dejas (EDITANDO)
Teen FictionJace Maxfield es lo opuesto a responsable en realidad ni siquiera conocía el significado de la palabra teniendo chicas por montón no solo por su físico encantador y condenadamente ardiente el hecho de que tu padre sea un famoso cantante de una de la...