DUDAS
La adrenalina corría por nuestras venas mientras el equipo de respuesta inmediata ante emergencias se ponía en acción; nos apresuramos por los pasillos del hospital, con el fin de tomar al largo corredor que nos llevaría al quirófano, el mismo que tomábamos a diario, sin embargo, ahora se veía largo e infinito, tal parecía que la distancia recorrida era mínima, hasta que por fin aquel quirófano destinado a recibir la nueva vida se halló ante nuestros ojos.
—Vamos Ángel tienes que resistir un poco más —Rogué con angustia—. Estamos llegando. Ese bebé debe mantenerse dentro hasta que podamos intervenir.
No podíamos perder más tiempo, nuestras manos fueron rociadas con algún tipo de sanitizante quirúrgico, tardarnos unos minutos más podía hacer la diferencia entre la vida y la muerte. La enfermera nos vistió, con la debida bata y dos pares de guantes en cada mano, mientras el resto del equipo preparaba el quirófano para nuestra intervención.
—¡Demonios! —Escuché farfullar por lo bajo a mi colega—. Otro guante, por favor.
No pude contener la risa.
—¿Olvidaste retirar esa gran roca de tu dedo de nuevo, cariño?
—Todo es culpa suya, Doctor Styles. Jamás estuve acostumbrada a usar joyería en las manos.
Tal como el amor de mi vida lo solicitó, un nuevo par de guantes fue colocado en su mano izquierda, la misma en la que el reluciente diamante de compromiso brillaba orgulloso.
—Bien equipo, ¿Estamos listos para comenzar? —Dijo dirigiéndose a los asistentes de la cirugía. Después de un par de asentimientos en respuesta, se dirigió a la joven madre tumbada en la mesa de operaciones—. Ángel, su bebé está en buenas manos, haremos lo posible por salvaguardarlos a ambos.
Aquella joven mujer gimoteaba retorciéndose de dolor en la plancha de acero inoxidable, rogando que le ayudaran a dar a luz a su bebé. La cesárea de emergencia comenzó una vez que la anestesia cobró efecto. Mi ángel se desempeñaba de maravilla al lado del ginecólogo en turno, verla hacer su trabajo a la perfección, con su ceño ligeramente fruncido en concentración, solo lograba hacerme sentir orgulloso y aún más enamorado de ella, no pude despegar mi vista de ella durante toda la cirugía, mientras esperaba para sostener entre mis brazos a la pequeña criatura una vez que hubiera sido extraído.
—Doctor Styles, estamos a punto de pinzar el cordón umbilical.
Esa fue mi señal para prepararme y recibir al nuevo ser, Maxine puso al neonato en mis manos y corrí hasta mi estación para aplicar los cuidados inmediatos correspondientes. El llanto del bebé tardó en escucharse, pero logró estabilizarse y respirar por su cuenta a pesar de las complicaciones presentes durante su parto. Mientras tanto mi ángel luchaba junto con la ginecóloga en turno en parar la aparatosa hemorragia que Ángel, la paciente, estaba presentando.
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HAPPY PLACE | H.S.
FanfictionA pesar del triángulo amoroso en el que se ve sometido, Harry sabe bien qué es lo que su corazón necesita, solo hace falta que ella regrese al lugar en el que siempre fue feliz...pero al correcto. (Toda palabra en otro idioma está traducida dentro d...