- ¿Donde estoy?_, me senté de golpe en la gran cama, - esta no es mi habitación_, susurré mirando a mi alrededor.
- Al fin despiertas_, me tense en el instante que escuche esa voz, - buenos días, Seok_, volteó a ver al hombre a mi lado.
Solo existe...
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.Jung Ho Seok.
Baje del auto nervioso sentía que en cualquier momento el aparecería, me sobresalte cuando sentí que tocaron mi hombro.
- Hobi, calma pequeño soy yo.- la mire sintiendo mi corazón más rápido de lo normal.
- Noona.- está solo me abrazo.
- Todo va a estar bien.- me acariciaba la espalda, - ya estás a salvo.- suspiré aferrándome a ella, - Noona ya está aquí, y nunca te volverá a soltar.- asenti a sus palabras.
- Lo siento.- murmure un poco más tranquilo.
- Muy bien.- limpio las pocas lágrimas que deje salir, - ¿vamos?_, Noona me tomo de la mano, - tranquilo mis padres mueren por verte_, sentí sus brazos rodear mi cintura.
- Eso es lo que espero_, murmuré mirandola.
Camine detrás de ella aún con nuestras manos unidas, subió el escalón quedando frente a mi, me tapaba por completo al estar ella arriba, miraba a todos lados asegurándome que el no apareciera, apreté un poco su mano cuando tocó la puerta, me miró sonriendo tratando de tranquilizarme, volteo de nuevo a la puerta cuando está se abrió.
- Buenos días, ¿En que..._, escuché como su voz bajaba de tono, - ¿Jiwoo?_, tapo su boca sorprendida, - mi niña_, di un paso atrás cuando la abrazo, - ¿Pero que…?_, sus ojos por fin me miraron, - ¿Hobi?_, se separó de mi hermana.
- Hola ma..._, me aferre a ella cuando sus brazos me rodearon, - mami_, murmuré sintiendo mis lágrimas salir.
- Mi pequeño principe_, sonreí al sentir las caricias en mi pelo, - ¿cómo estás?, ¿te has alimentado bien?, ¿estás muy delgado?_, se separo examinando completamente mi cuerpo.
- Estoy bien mamá_, sonreí mirando esa sonrisa que extrañaba ver.
- Vamos, el día se le alegrará a tu padre_, tomo mi mano adentrándose a la casa, - ¿cariño?, vamos baja_, me miró volviendo abrazarme, - te tengo una pequeña sorpresa_, mi hermana se acerco a nosotros.
- Cariño, ¿Has visto mis lentes?_, mi sonrisa apareció al poder al fin escuchar su voz.
- ¿Cuáles amor?_, suspiro cansada de que no bajara.
- Los que mi pequeño me regalo_, mire a mi hermana que solo se alzo de hombros, - los que me mandó de Estados Unidos antes de venirnos_, fruncí el ceño más que confundido.
- ¿No están en la habitación?_, mire como bajaba las escaleras.
- No, no están en la habitación_, me mordí el labio al verlo tan delgado, - ya los perdí y son de mi..._, callo al verme, - ¿bebé?_, murmuró sorprendido, - Su, ¿esto es otro sueño?_, miró a mi madre confundido.
