.Min Yoon Gi.
Sonreí al ver de nuevo la información en las hojas, suspiré sin poder contener la alegría de poder volver a ver su carita, al fin volvería a tenerlo solo para mí.
-- Señor Min.- mire a Sebastián en la puerta, -- ¿me ah llamado señor?.- asentí tomando mi tarjeta.
- Compra dos boletos para el primer vuelo a venecia.- la tomo asintiendo, - y quiero que rentes algunas cosas.- le entregué una carpeta con todo lo que ocuparía en la ciudad.
Sin decir más salió de la oficina, mi sonrisa no desaparecía por nada, la tarde paso entre papeleo de los nuevos contratos, deje mis cosas en el sofá una vez entre al departamento nuevo.
¿La mansión?, bueno está al quedar al control de la DEA, mis hombres la destruyeron por completo antes que pudieran encontrar cualquier tipo de información que pudiera perjudicar mi nombre o el de el.
Caminaba con tranquilidad en el aeropuerto ya que tenía demasiado tiempo disponible, no aguantaba las ganas de tenerlo de nuevo en mis brazos.
- Está vez nadie nos alejara pequeño.- susurré viendo la foto en mi libro, - ¿hiciste lo que te dije?.- pregunté sin verlo.
— Si hyung.- suspire asintiendo.
Desgraciadamente tenía que traer a uno de mis hermanos, desde su desaparición y mi locura ya no dejan que este solo mucho tiempo.
— Al fin conoceré a tu novio.- sonrió negando a lo que solo lo mire serio, — ¿es que acaso es tu esposo?.- suspire desviando la mirada al libro.
- Lo es.- negó sonriendo a lo que solo me concentre en la lectura.
-- Oh mira Hyung.- me mostro el folleto que leía, -- podemos pasear en un barquito y comer pasta.- rodé los ojos cerrando el libro.
- ¿Recuérdame porque Sebastián no está aquí?.- suspire masajeando mi cien con mis dedos.
-- Tu lo mandaste a cuidar a Nam Hyung en una nueva entrega.- seguía leyendo el maldito folleto, -- y yo vengo porque tú puedes matar a media italia….- susurro mirándome, -- si es que ese niño se resiste a volver contigo.- se alejó de mi un poco sentándose bien, -- o si es que ya está casado con alguien más.- lo mire serio conteniendo las ganas de golpearlo.
- A veces quisiera matarlos con mis propias manos.- me levanté de mi lugar empezando a caminar.
-- Hyung espérame.- negué y seguí mi camino.
Escuchando como venía corriendo detrás de mi.
.Jung Ho Seok.
Suspire recargandome en el mostrador de la cafetería, miraba por la ventana la tarde caer en la ciudad de Venecia, decir que estaba cansado es poco, la mañana fue algo agotadora.
Sonreí al ver el mensaje de mis padres que me esperaban en casa, aunque eso pronto ya no sería posible, ya que en unos días regresaran a Corea y bueno los comprendo, pues es donde tienen a toda su familia y toda una vida, que según habían dejado atrás, pero lo que querían era volver a ella, a su ciudad natal, no estar solo extrañado.
-- Buenos días Hyung.– sonreí al sentir unos brazos rodearme.
Después de tantas terapias durante estos seis meses creo que han ayudado mucho, ya puedo estar cerca de personas que no conozco sin tener miedo de lo que puedan hacerme.
- Buenos días Kookie_, sonreí una vez se separó.
-- ¿Cómo estás?_, dejo sus cosas en la estantería, -- ¿no hay muchos clientes hoy?_, regreso a mi lado colocándose el mandil.
- Es algo bueno, ¿no lo crees?_, asíntio parandoce a mi lado, - estoy bien, algo cansado pero bien.- me miró preocupado.
-- ¿Si quieres puedes irte a casa?.- me miró de pies a cabeza.
- Está bien Kook.- sonreí al escuchar su suspiro de alivio, - ¿y tu?_, sentí como me quitaba el vaso de café.
-- Cansado, anoche dormí hasta tarde_, lo mire curioso, -- estaba estudiando, ya sabes_, se alzó de hombros a lo que solo asentí.
-- Buongiorno, un caffè latte per favore.- le sonreí al joven frente a mi que se me hacía un poco conocido.
-- In un attimo gliela consegno.- Kook lo atendió.
Aunque a mí seguía pareciéndome conocido, era coreano de eso no había dudas, ¿porque no hablaba en su idioma?, cómo sea aquí la gente es rara, tome de nuevo el vaso para tomar de el antes que se enfriara el contenido sintiendo la mirada del hombre en mi.
-- Ecco due dollari, per favore.- este sonrió asintiendo y me entregó el dinero.
-- Grazie molto.- me miró por última vez.
- Buona giornata.- suspire volviendo a tomar de mi bazo, - ¿que?.- pregunté cuando mire a Kook mirarme.
-- ¿Conoces al hombre?.- negué frunciendo el ceño, -- pensé que si.- sonreí negando.
- No, se me hizo conocido pero debe ser mi imaginación.- asíntio haciendo gestos por el sabor del cafe, -- esta cosa sabe horrible_, sonreí al ver su cara.
- Eso te pasa por quitármelo_, le saque la lengua.
-- Aún no se cómo puedes tomar eso_, tomo un vaso sirviendoce leche.
-- Es delicioso_, asentí a la voz de Hee Chul, -- buenos días pequeño_, sentí un beso en mi mejilla, -- ¿cómo estás?.- miró alrededor.
Pues así era el cada que venía a la cafetería, el aún no confiaba mucho, según él conoce lo que es Min y todo lo que puede hacer, aún le tenía un poco de miedo pero no puedo vivir con miedo todo el tiempo, así que decidí olvidarlo por completo, más por mi salud mental.
Pero al parecer mis familiares no son de los que olvidan fácil, me cuidan hasta de mi propia sombra, y eso se los agradezco de corazón, pero ellos tienen su propia vida no debo de ser así de egoísta.
- Buenos días Heenim_, mire por sobre su hombro pero no mire a mi hermana, - ¿y Ji Woo?_, lo mire preocupado.
-- ¿Donde dejaste a Ji Woo Noona?_, mire a Kook sentarse.
-- Fue al aeropuerto_, tomo un bazo sirviendoce un poco de café, -- fue por los boletos de mis suegros_, tomo un poco de este, -- Kook, ¿ya tienes el tuyo?_, este asíntio.
-- Ayer le entregué el dinero a noona_, asintio mirando alrededor.
- ¿Ustedes no irán?.- este negó mirándome.
-- Por el momento es mejor que no.- asentí sonriendo, -- ya después puede que vallamos, por ahora no.- sonrió de lado un poco nervioso.
Trate de ignorar eso ya que actuaba raro y seguimos trabajando aunque la cafetería estaba algo vacía, la tarde paso divertida al ver discutir a Hee Chul y a JungKook, algunos clientes los miraban raros ya que soltaban palabras en coreano que ellos no entendían.
Ruiz…
♥️
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¿Why Ru?... {Sope}
Fanfiction- ¿Donde estoy?_, me senté de golpe en la gran cama, - esta no es mi habitación_, susurré mirando a mi alrededor. - Al fin despiertas_, me tense en el instante que escuche esa voz, - buenos días, Seok_, volteó a ver al hombre a mi lado. Solo existe...