¿Why Ru?... {Sope}

.22.

Jung Ho Seok.

Mis manos temblaban demasiado, mi corazón parecía querer salir de mi pecho al igual que mi alma, tomé el vaso en mis manos de nuevo para que al menos pararan de temblar y suspiré mirando la cafetería un poco vacía.

Porque si, le pedí que viniera a mi sitio de trabajo así me sentiría más seguro ya que aquí se encontraba Kook y algunas personas que conozco, se que me arrepentiré de esta decisión más adelante pero estamos en el ahora y justo ahora me estoy muriendo de miedo.

-- No aprietes el vaso con tanta fuerza hyung.– reaccione a la voz de Kook.

- Lo siento.– suspiré mirando este arrugado en mis manos.

-- Hyung se que está mal que te pregunte, pero….– me miro algo apenado, -- ¿estás seguro de lo que estás haciendo?.– se podía persivir su preocupación.

- Estoy seguro kookie.– acaricie su mejilla, - quiero acabar con esto de una vez.– mire a la nada, - sin más huidas, sin volver a esconderme de nadie.– volví a verlo.

-- Sabes que te apoyaré en todo hyung.– me sonrió a lo que yo igual lo hice, -- y se que estás nervioso.– tomo mis manos, -- pero no estás solo, aquí estoy contigo recuerdalo.– sonreí al ver esa sonrisa que bajaba mi nerviosismo.

- Gracias kookie.– y así con ese simple hecho mi corazón desacelero su ritmo.

-- Buenas tardes.– y con esa voz todo ritmo acelerado volvió, -- Seokie.– trague grueso apretando leve la mano de Kook.

¿Es tarde para arrepentirme de esta idea?, quiero irme a casa.

-- Buenas tardes.– mire un segundo a Kook, se notaba tenso y molesto, -- te traeré otro chocolate caliente.– me sonrió levantándose, -- y la carta para usted.– murmuro pasando frente a el.

-- Solo tráeme un café.– no alce la mirada hasta que mire de reojo algo frente a mi, -- son para ti.–  me sorprendió el ramo de rosas.

El me ha regalado muchos de esos, pero que yo recuerde jamás entregados por el en persona, es Sebastián el que siempre me los entregaba.

-- Por fin te encuentro.– dejo el ramo a mi lado cuando cayó en cuenta que no tenía intención de aceptarlo, -- luces precioso, incluso más de lo que recordaba.– trague grueso para borrar el nudo de mi garganta.

- Eso es porque ya no estoy encerrado contra mi voluntad.– susurré alzando la mirada.

-- No sabes lo que me costó encontrarte, pequeño.– ignoro completamente mis palabras, -- pero ya estás frente a mi, más hermoso de lo que recordaba.– parecía que ni siquiera me escuchaba.

- Solo dígame qué es lo que quiere señor Min.– hable antes de que dijera algo más.

-- A ti.– solté una sonrisa sarcástica, -- te quiero de nuevo a mi lado Seoki.– retire mis manos de la mesa cuando quizo tomarlas, -- te amo Ho Seok, porque no lo entiendes.– frunci el ceño.

- ¿Que manera es esa de demostrar su amor señor Min?.– apreté los dientes más que molesto, - a eso no se le llama amor, lo que usted siente solo es un capricho.– suspiro negando, - ni siquiera se porque estoy hablando con usteded.– sonrió de lado.

-- No eres un capricho, cuántas veces te lo tengo que decir.– apretó la mandíbula, -- eres el amor de mi vida.– estaba por hablar cuando Kook se acerca a dejar el pedido.

-- Para ti hyung.– sonreí leve a su mirada de preocupación.

-- Sebas….– lo mire mal al conocer ese tono de voz.

- Ni se le ocurra.– le sostuve la mirada, me daba miedo lo que podía pasar, pero no sé meterá con mi pequeño.

-- ¿Porque lo defiendes?.– sonreí sin gracia a su voz.

- Eso a usted no le importa.– sus facciones cambiaron, - pero usted le toca un solo cabello a ese niño y le juro que no me va a importar lo que vaya a pasarme….– me recargue en la mesa mirándolo aún a los ojos, - pero yo mismo lo mato con mis propias manos.– sus facciones no cambiaron al igual que las mías.

-- Retirate.– alzó la mano mandándole una señal al hombre de traje después de unos segundos, -- veo que no has cambiado.– me enderese intentando tomar el vaso.

- Suelteme.– su mano me lo impidió, mire con delicadeza a los demás comensales, - le eh dicho que me suelte.– algunos ya nos miraban.

-- Quiero que vuelvas conmigo.– pasaron solo segundos cuando siento a Kook alejándome de el.

-- Le ah dicho que lo suelte.– tomé a Kook acercándolo a mi cuando se levantó llamando a Sebastián.

- Jung Kook.– los clientes se asustaron, otros nos miraban curiosos.

-- Tranquilo hyung yo lo protejo.– mire como se levantó acomodándose el traje.

-- ¿Y que harás niño?.– trague grueso, eso no era nada bueno, -- Sebastián.– pase a Kook detrás de mi.

-- Hyung.– negué y no me moví cuando Sebastián se acercó a golpearlo, -- tranquilo hyung.– mire como algunos clientes salian del local.

- Si quieres golpeame a mi, pero a él no.– mire al hombre que se paró esperando indicaciones.

-- Cómo siempre haciendote el héroe.– frunci el ceño escuchando sus aplausos.

-- Es mejor que te largues si no quieres que la policía te lleve.– su sonrisa se agrando más y eso era malo.

-- Seoki pequeño.– miro a Kook para después verme a mi, -- si no quieres que ese mocoso termine tres metros bajo tierra….– trague grueso mirando a Kook que negó, -- tienes que volver conmigo a Corea.– sonrió colocando sus manos en sus bolsillos.

-- Hyung no lo hagas.– sentí sus manos en mi cintura, -- el no hará nada de eso.– mire a todas las personas.

Si supieras kookie que a el no le importa matarte aquí mismo delante de todos.

-- Tienes tres segundos.– saco una mano mirando su reloj, -- si no, ya sabes lo que pasará de todas formas.– cerré los ojos negando.

- Bien Min.– los abrí mirándolo, - tu ganas.– Kook me abrazo más fuerte.

-- Hyung no, ¿porque lo hizo?.– me volteo mirándolo, -- no debió, ese hombre es una mie….– lo calle antes de que siguiera.

- Kookie.– lo abrace sintiendo como me apretaba a el, - lo siento mucho, dile a Noona que la quiero.– sinti cómo me jalaron lejos de el.

-- No te lo vas a llevar.– Kook intento golpearlo.

- No, sueltalo.– intente soltarme de su agarre cuando uno de sus hombres lo empezó a golpear, - sueltame Yoon Gi.– apretó más su mano en mi brazo y la otra en mi cuello.

-- Te lo advertí.– los comensales no hacían nada, que harían contra todos sus hombres, -- ahora vuelves hacer mio.– beso mi mejilla sacándome del local.

- Que me sueltes Min, Jung Kook.– sentí un dolor en mi nuca y en segundos todo se volvió negro, - Kookie.– murmure por último sintiendo mi cuerpo más liguero.

Ruiz…
♥️