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-- ¡Hyung!.– escuchaba a ll lejos esa voz, -- ¿porque lo hizo Hyung?.– suspiré cerrando los ojos.

- Kooki yo….– negué una y otra vez.

-- Yo lo hubiera protegido.– abrí mis ojos al escucharlo a mi lado, -- yo hubiera dado la vida por usted.– pero no había nadie, -- usted no merece esos tratos.– solo oscuridad.

- Mi pequeño.– murmuré sintiendo mis ojos picar.

-- Lo quiero mucho hyung.– y sin más mis lágrimas empezaron a salir.

- Y yo a ti mi pequeño.– murmuré escuchando mi propia voz muy lejana.

Suspiré abriendo mis ojos cuando sentí ese líquido helado recorrer mis mejillas, mire a la nada en un intento de volver a recordar esa dulce voz, esa melodiosa risa, mi pecho dolió como si retuviera un dolor inmenso, tape mis ojos sintiendo el nudo enorme alojado en mi garganta.

Dos meses, dos largos meses que no se nada de mi pequeño, ¿estará bien?, ¿lograría sus sueños?, ¿seguirá con vida?, Negué borrando esa duda de mi mente, claro que sigue con vida, estoy seguro que si, oh al menos quiero creer que si.

-- Uhm.– escuché el quejido a mi lado.

Ni siquiera me moví de mi lugar pues ya sabía de quién se trataba, porque esos dos meses que no miró a mi pequeño son los mismos que volví al infierno llamado, el mundo loco de MIN YOON GI.

Quite el brazo que estaba sobre mi cintura sin importarme si despierta o no, tomé la bata que estaba en el sofá para poder ponerme la, mire al hombre que solo se acomodo para intentar dormir de nuevo, a veces solo quiciera colocarle la almohada en la cara y que no despertara más, pero eso solo provocaría más daño a mi persona.

Baje las escaleras del departamento para poder prepararme algo de comer, porque si, Min ya no tiene su preciada mansión ahora vive en un departamento en el centro de Seúl, pues claro, que le importa a una persona como el gastar miles de dólares en un lujoso departamento.

- Eso no es nada para el.– negué hablando conmigo mismo, - al menos puedo ver más que simples paredes.– suspiré mirando por las puertas corredizas.

Cerradas claro está, el las mando a sellar después de una noche que intente lanzarme del balcón.

- Muy absurdo de tu parte Ho Seok.– suspiré recordando ese momento, - ahora solo puedo ver detrás de ellas.– mire como algunas aves volaban cerca del departamento.

Y aunque me gustaría decir que ese es el único cambio que hizo, no puedo, ya que no es así, también retiro todos los cuchillos y tenedores de mi alcance, toda la vajilla de vidrio lejos de mi, también pastillas, navajas, cuerdas y cualquier objeto o cosa con la cual me llegará a provocar algún daño, exagerado lo se…

¿Why Ru?... {Sope}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora