- ¿Donde estoy?_, me senté de golpe en la gran cama, - esta no es mi habitación_, susurré mirando a mi alrededor.
- Al fin despiertas_, me tense en el instante que escuche esa voz, - buenos días, Seok_, volteó a ver al hombre a mi lado.
Solo existe...
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.Min Yoon Gi.
Mire a los dos hombres frente a mi que se miraban más que enojados, aunque detrás de esa mirada no había ni una pizca de enojo, acaricie el puente de mi nariz mirando a mi hermano divertirse con los otros dos, negué levantando me de la mesa.
- ¿Seguirán viéndose como si quicieran cojerse o me dirán porque mierda están aquí?.– los dos me miraron asqueados.
-- Por un demonio hyun.– Nam se levantó alejándose del otro.
-- Ni que tuviera tanta suerte.– Jimin solo se cruzó de piernas.
-- Tu eres el que quiciera esa suerte para estar arriba de mi.– y ahí iban otra vez.
-- Porque suerte… si ni siquiera sabes cómo complacer a un hombre.– reí al ver la cara de Nam.
-- Esto es tan divertido.– los ignore levantando la cortina para ver a mi pequeño, -- ¡esperen…!.– el grito de Tae me hizo voltear a verlo, -- no sigan…, déjenme ir por palomitas.– reí al ver qué entró a la cocina, -- solo serán tres minutos.– grito desde esta a lo que los otros dos solo suspiraron.
- ¿Y bien?.– volví mi vista a la venta, - ¿me dirán o seguirán con su pelea de novios?.– volví a escuchar sus quejas a lo que solo reí.
-- Yo solo venía a ver cómo seguias con tu locura.– frunci el entrecejo, -- pero veo que Sebastián tiene todo bajo control.– este solo bajo la cabeza.
-- ¿Y yo que?.– reprendí a Tae cuando hablo con la boca llena, -- lo siento Hyung.– sonrió volviendo a comer.
-- Yo vine por vacaciones.– Jimin se escuchaba despreocupado, -- jamás pensé que estarían aquí.– se levantó caminando a mi, -- pero al menos me sirvió.– mire una carpeta negra a mi lado, -- la información que me pediste.– lo mire por sobre mi hombro, -- tarde porque no hay mucho de esa familia.– tomé la carpeta, -- pero al menos te servirá de algo al menos.– se volvió a sentar.
-- Eres bueno hyung.– escuché a Tae.
Mire la información al parecer los señores Jung volvieron a Corea y solo la hermana y el están aquí, Hee Chul junto con ellos, sonreí al ver su foto, mi pequeño rayo de sol estába sonriendo para la cámara.
- Es buena.– se la entregué a Sebastián, - revisa tu cuenta.– deje caer la cortina, - siempre eres de utilidad.– lo mire antes de entrar al cuarto, - espero y eso te alcance para disfrutar tu estancia aquí.– entre al cuarto que me pertenece a dormir un poco.
-- Hasta creo que me sobrará hyung.– sonreí negando a lo dicho.
La mañana llegó, me levanté más temprano que los otros dos, me bañe y cambie, salí de casa necesitaba un buen café, entre a la cafetería cercana donde se que el trabaja, me senté un poco alejado de la barra, mire por encima de las gafas como Sebastián le pedía al chico de tatuajes nuestros cafés.
