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J

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J.H.S

Ninguno de los empleados en esa casa estaban de acuerdo con lo que su jefe le hacía al pequeño que se encontraba en esa habitación, ya que los gritos desgarradores que se escuchaban por toda la mansión hacían que se les eriza la piel, el llanto y las palabras con súplicas llenas de tristeza hacían que sus corazones se rompieran.

¿Pero que podrían hacer?, solo les quedaba callar, una vez alguien intentó ayudarlo y simplemente eso no le gusto al jefe, tanto así que terminó dos metros bajo tierra, haciendo que el pequeño presenciara todo para que nadie más se le ocurriera al menos meterse en sus problemas.

Pasada la media noche los gritos y súplicas dejaron de escucharse, algunos empleados suspiraron con alivio al creer que todo había acabado, mas no era así.

YoonGi seguía penetrando el frágil cuerpo que se encontraba bajo el, segado por el coraje y el deseo no se percató de cuando se dejó de escuchar su voz, ni siquiera sus sollozos bajos.

Todo acto terminó alrededor de la madrugada cuando el sol ya estaba por salir, YoonGi salió de el acomodándose a su lado para así por fin descansar, sin darse cuenta que la persona a lado suyo estaba sangrando por su culpa.

M.Y.G

Despertó por los rayos de sol en su cara, se removió un poco intentando que estos le dejaran abrir los ojos, se dio media vuelta viendo a la persona a su lado, con un suspiro se levantó de la cama sin llegar a levantarlo.

Tomó su ropa para así poder salir de la habitación, ni siquiera lo volvió a ver, solo salió de ahí sin decir o hacer más, cerró con seguro la puerta para así caminar a la suya.

Entró al armario tomando cualquier traje de este, lo colocó en la cama para ir al cuarto de baño a darse una ducha, después de algunos minutos salió de esta con una toalla en la cintura y otra alrededor del cuello.

Terminó de alistarse para así bajar las escaleras, en el comedor ya estaba listo su desayuno junto a su café y el periódico que siempre leía.

— Buenos días señor Min_, saludo la mujer un poco sería, — su desayuno está servido_, el hombre solo la miro.

Mas ella no lo hacía, no iba a ver a la cara aun hombre que se atreviera hacerle daño a un pobre niño inocente, su jefe podría ser todo lo que él quisiera, pero ella no estaba de acuerdo con lastimar a personas que no lastimaban a nadie.

- ¿Pasa algo Hyuna?_, pregunto sentándose en la mesa, - ¿algo que me quieras decir?_, la miró tomando su taza.

— No señor_, se paró a su lado colocando una servilleta en su regazo, — ¿necesita algo más?_, pregunto, parándose unos metros lejos de él.

- Por el momento no_, con un gesto de mano le pidió que se retirara.

— Con su permiso_, hizo una reverencia caminando a paso rápido a la cocina.

¿Why Ru?... {Sope}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora