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☎𝑮𝒓𝒊𝒇𝒇𝒊𝒏 𝑺𝒕𝒂𝒈𝒈☎

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【𝑴𝒂𝒓𝒕𝒆𝒔, 1 𝒅𝒆 𝑵𝒐𝒗𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒅𝒆 1978- 01:15 𝑷.𝑴.】

Griffin Stagg.

Estoy sentado solo en una esquina, escribo en mi cuaderno lo que esta en el pizarrón.

Disculpe profesora— Levanto la vista de mi cuaderno al oír la voz de la vice directora, dejo mi bolígrafo en la mesa— Necesito hablar con los niños— La maestra asiente y se sienta, ella se para frente a nosotros con una sonrisa amable.

Mis otros compañeros también dejan lo que hacían para prestarle atención.

Anoche una niña fue a buscar dulces, no llego a su casa— Al decir eso me sentí extraño— Su nombre es ____ Rodríguez, iba disfrazada de una doctora ''zombie''—Abrí mis ojos con sorpresa ¿Una doctora Zombie? ¿Cómo la chica de anoche?— Si saben algo por favor díganlo, su familia y la policía estará muy agradecidos con ustedes— Ella se fue y mis compañeros comenzaron a hablar con sus amigos, yo no tenía a nadie con quien hablar pero aún así estaba hundido en mis pensamientos.

Apreté mis labios formando una línea recta, comencé a sentirme incomodo.

No paso mucho tiempo para que la clase terminara, guarde todos mis cuadernos y salí, mirando el piso.

El camino hacia mi casa fue silencioso, como siempre, no tengo con quien ir o charlar.

Al llegar dejo mi mochila en mi habitación y voy a la cocina por un vaso de agua, sobre la mesa leo una nota

'' Volveré tarde, hay comida en el horno, duerme temprano

 -Te quiere, mamá''

Guardo la nota en mi pantalón y me sirvo un vaso de agua, bebiéndolo de una.

Me quedo parado viendo a la nada, mi estomago comienza a doler por los nervios.

D-Debo hacerlo— Respiro hondo y tomo valor, agarro una chaqueta y salgo de mi casa.

Camino en dirección a la estación de policías, mientras más cerca estoy mas nervioso me pongo.

No vivo demasiado lejos, no tarde más de cinco minutos en llegar.

Me paro frente a la puerta y me arrepiento de haber venido, pero nuevamente pienso en la niña ''Es por su bien, podría pasarle algo'',  abro la puerta y entro.

Buenas tardes pequeño, ¿Sucede algo?— Una joven mujer se acerca a mi con una expresión amable, la miro y paso saliva, aún nervioso.

Y-Yo... anoche...— Me cuesta hablar por los nervios y comienzo a dudar ¿Y si vi mal y solo paso vergüenza ahora? — Anoche vi a la chica que desapareció— Hablo rápidamente, para no tartamudear otra vez, recordando nuevamente que ella puede estar en peligro y yo la puedo ayudar.

 Noto la sorpresa en su rostro y pone una mano en mi hombro— Espera aquí un segundo cariño— me guía hasta un asiento

☎𝑻𝒆𝒍𝒆𝒇𝒐𝒏𝒐☎Robin ArellanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora