☎𝑻𝒆𝒍𝒆𝒇𝒐𝒏𝒐☎Robin Arellano

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☎𝑵𝒊ñ𝒐 𝒕𝒓𝒂𝒗𝒊𝒆𝒔𝒐☎

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【¿?, ¿¿¿??? 𝒅𝒆 1978- ¿¿??】

____ Rodríguez.

Me duele el cuerpo, demasiado, mis brazos y piernas tienen moretones y sangre.

Supongo que mi rostro no esta mejor.

Apoyo mi cabeza en la pared, estoy sentada en una esquina abrazando mis piernas, ¿Qué mas puedo hacer? Me duele incluso respirar, así que evito moverme a menos que sea necesario.

Miro la otra punta de la habitación, mi error fue pensar que Albert se había olvidado de cerrar la puerta, que estúpida fui.

Me siento cansada, pero no logro dormir, cada vez que cierro los ojos lo veo a el golpeándome o manoseándome.

Mi tranquilidad se corta cuando oigo el teléfono sonar, ¿Cómo es que funciona? Yo intente usarlo y no paso nada.

Lo miro unos segundos antes de levantarme, podría ser mi oportunidad de pedir ayuda.

Me levanto y con mucho esfuerzo camino hacia el teléfono, cada movimiento duele más que el anterior.

atiendo— ¿H-Hola?—  Pregunto, del otro lado solo oigo una respiración.

— Hey! ¿Quién eres? Necesito tú ayuda por favor— Escucho la voz de un niño, se oye muy pequeño y eso me hace fruncir el ceño.

Me quedo en silencio unos segundos—Mi nombre es ____, ¿Cuál es el tuyo?¿Cuántos años tienes?— Pregunto, al no recibir respuesta decido volver a hablar— ¿Estas en un sótano?, ¿Un señor raro te trajo a la fuerza, no?

—Lo siento— Eso me confundió, ¿Por qué se  disculpaba? — Yo te vi esa noche, vi como el te llevaba... debí haberlo dicho antes pero tenía miedo porque me vio, pero no te preocupes antes de que me trajera le dije todo a la policía— Me hizo sentir un gran alivio eso, saber que alguien lo vio y se lo conto a la policía me hizo sentir mucho mejor, me hace tener esperanzas de que nos encuentren. 

— No te preocupes, estoy feliz de que lo hayas dicho, ¿Puedes responder mis preguntas?— Me senté en el suelo apoyando mi espalda en la pared.

— Me llamo Griffin Stagg y tengo 11 años— apreté el teléfono al oír su edad, ¿Por qué un niño tan pequeño debía pasar por esto?— Espera un segundo, ya regreso.

La pared estaba fría y eso hacia que se aliviara un poco el dolor, oí como Griffin hablaba con alguien, supongo que con el.

Comencé a sentirme cansada, no había dormido desde hace un día mas o menos, di un suspiro y espere a que Griffin volviera.

— El vino y dijo cosas raras, pero ya se que hacer— Se escucha emocionado, quizás descubrió una forma de salir— Dejo la puerta abierta, voy a salir y buscare ayuda! — Hablo emocionado y tarde unos segundos en darme cuenta.

— GRIFFIN NO!— Pero ya era tarde, había colgado.

Me levante apoyándome en la pared, ¿Duele? si, pero no puedo dejar que a el le pase lo mismo.

Camino hacia la puerta lo más rápido que mis heridas piernas me permiten, al llegar golpee la puerta, iba a lastimarme pero eso no importaba.

Golpee la puerta y oí como alguien afuera intentaba abrirla, pero no lo hizo. Dio un golpe como repuesta y se fue, seguí golpeando la puerta y comencé a hablar, no podía gritar pero esperaba que me oyera.