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Stella

Habíamos salido por la ventana, agradecí que aún hubiera luz del sol porque eso hacia que la tarde estuviera con un clima agradable, caminamos tomados de la mano unos minutos en dirección a Fontana Roja, pero cuando íbamos a mitad de camino nos desviamos hacia la derecha, jamás había ido para acá, pero confíe ciegamente en él.

—¿Vamos a ir muy lejos?— le pregunto después de darme cuenta que venía en mi pijama y que el sol no tardaría en ocultarse.

—Un poco, es una zona que está en los límites de la barrera mágica que nos aleja de las criaturas— suelta mi mano y se aleja unos pasos de mi, convirtiéndose en la pantera y esperando pacientemente que subiera a su lomo.

Corrió con agilidad por el bosque, aunque supuse que iba más lento de lo que solía ir, porque estaba tratando de que no me hiciera daño mientras saltaba o corría, luego de un recorrido algo largo se detuvo por fin en un lugar con rocas gigantes, parecía el lugar para llevar a cabo rituales.

—¿Dónde estamos?— le pregunto bajando de encima de él y caminando hacia las inmensas rocas.

—Era el lugar de iniciación para los nuevos miembros de los Cambiantes— dice acercándose a mi, detallando con especial atención un lugar entre un montón de rocas acumuladas, algunas aún mantenían un tono rojizo debido a la masacre que se había tenido aquí.

—¿Y bien?— le digo para llamar su atención y alejarlo de esos pensamientos que lo atormentaban.

Él se despeina el cabello antes de tomar asiento junto a mi en la roca, buscando como debía iniciar.

—Codatorta recibió una carta, era de las resistencias fronterizas, dijeron que gente externa había estado deambulando por ahí, no le habían tomado importancia hasta que ese chico, Dennis, murió— se aclara la garganta mientras fija su mirada en el arbusto frente a nosotros.

—¿Gente? Creí que ya solo quedaban bestias en Magix— él asiente de acuerdo conmigo.

—Lo sé, pero parece que nos hemos equivocado al creer que kilag secuestro a Marina, quizá si a Dennis pero la chica estaba vuelta loca, no parecía dentro de si y aún así quería revelar las intenciones de kilag— sigue sin poder apartar la mirada de las hojas —Al principio, me negué a creer la idea de que ella podría haber visto algo que Dennis no y que por ello está viva, pero hubo pistas, no podía investigar mucho con Avalon siguiéndome los talones, pero muchos creen que ha sido causa de Griffin, un hada oscura que se suponía estaba muerta.

—Era directora de Torre Nubosa, ¿No?— él solo asiente —¿Pero como es que creen que está viva?

—Nadie encontró su cadáver— su voz se vuelve más baja —Yo creí que había muerto, era apenas un niño cuando me enviaron a investigar Torre Nubosa, pero, se que todos vimos lo mismo, toda la escuela estaba calcinada, se mantenía en pie de puro milagro, buscamos por días sobrevivientes pero no había nada y Faragonda decidió enterrar la caída de Torre Nubosa, no quería perder seguidores por el miedo, así que solo dijo que toda la escuela había decidido aislarse, nadie volvió a acercarse al perímetro y nunca se vio a nadie salir, pero luego, cuándo ustedes aparecieron fue como si hubiera revivido de las cenizas, podía verse que algo había vuelto a Torre Nubosa.

—¿Griffin?— le pregunto completamente inmersa en su historia.

—Aquí es donde se pone bueno, Saladino y Faragonda han estado recibiendo notas, pequeños mensajes que solo su antigua compañera sabía, es por eso que creen que es ella la causante de las muertes, pero no tendría sentido, si hubiera querido matar, lo hubiera hecho desde hace 5 años, yo creo, que Griffin descubrió algo que ellos no, pero no puede permitirse ser descubierta por quien sea que esté ayudando a Kilag, por eso solo da mensajes simples, deben tener pistas que ambos o no quieren ver o están ignorando.

Entre amor y profecíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora