Entre amor y profecías

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Cuando llegue a Fontana Roja no pude ir a mi habitación, el solo pensar que había jugado todo con ese movimiento me dejaba mal, caminé hasta llegar al área de la pista para las aeromotos, sentir el aire golpear mi cara tal vez me ayudaría a relajarme.

—¿Qué te encuentre deambulando solo en medio de la noche no es acaso un peligro?— la voz de Helia me hace girar hacia él.

—¿Sky cree que volví a reunirme con la bestia, no es así?— mi pregunta incluso lo hace sonreír.

—Supongo que es el deber de Sky dudar de todos— responde encogiéndose de hombros ligeramente —Esta tan inmerso en sus propios pensamientos que no se da cuenta de lo obvio que eres, hueles a Stella, es sencillo saber que has ido a verla— se queda quieto esperando una reacción que me delante —No puedo culparte por tener tu dominio con una celestial, porque yo también lo tengo, contrario a ti he sido menos evidente, Flora parece gustar de mi y eso ayuda a mi animal interior— su voz suave mientras mira a la nada me deja sin palabras.

Guarda silencio esperando a que hable, intento encontrar las ideas adecuadas, pero no tengo nada claro en mi cabeza.

—Me odia— respondo por fin en un hilo de voz y Helia me mira fijamente —No la culpo, he sido un imbécil durante algún tiempo, mi pasado no es el mejor, pero parece que ella sin saber eso me odia, temo que si se entera de lo demás jamás quiera volver a verme.

—Es gracioso verte así, sobre pensando todo lo que deberías hacer y cuáles palabras deberías decir— pone su mano en mi hombro mostrando su apoyo —Tal vez deberías dejar de pensar tanto y solo actuar.

—¡Hey, par de imbéciles! ¿Vienen o no?— Riven aparece detrás de los arbustos, supuse que hoy era día de jugar cartas así que Helia y yo dimos por finalizada la conversación.

Cuando llegamos a la habitación ya estaban Roy, Sky, Nabu y Timmy, me senté junto a Timm que ocultaba su mano de cartas asegurando que iba a ganar esta vez.

—He conocido a una chica espectacular— soltó Sky de pronto cuando ya sentía asegurada la victoria.

—¿Es de Fontana?— pregunta Roy dándole un sorbo a su bebida.

—Es de Alfea— dijo con una sonrisa ladeada —He pasado unas noches con ella, pero tiene novio.

—Que imbécil— suelta Timmy después de escucharlo.

—Tranquilo Timm, que no he hecho nada que ella no ha querido, pero comienzo a aburrirme no poder disfrutar totalmente la noche por miedo a que sus compañeras de cuarto nos escuchen— confiesa aún con una sonrisa traviesa, despeinado su cabello —Además, su mejor amiga nos ha descubierto, o solo a mi, es lo mismo, la amiga debo admitir, está un poco loca.

—¿Y tú muy cuerdo?— se burla Nabu con una sonrisa y Sky rueda los ojos.

—Como sea, estoy pensando en conseguir a otra persona, ¿Qué tal Musa?— Riven casi se le lanza encima al escuchar el nombre de la chica, pero Roy lo alcanzó justo a tiempo.

—Púdrete, hijo de perra— escupe mirando a Sky con la furia rebosante en sus ojos.

—Ya va, ya va— dice riéndose un poco, luego fija su mirada en mi y una sonrisa se le forma en los labios —¿Qué piensan de Stella?— se porque preguntaba eso, pero contrario a lo que esperaba no me lancé sobre él como Riven, ni siquiera me moví —Es guapa— siguió insistiendo.

—Creo que va a regresar con su ex— respondí acercando el vaso a mis labios, ocultado lo mucho me que estaba molestando el rumbo de esta conversación, Timmy, Nabu y Riven me miraban perplejos —¿Qué?

—¿Qué?— repite Nabu aún perplejo —¿Desde cuándo ustedes dos son amigos?

—¿Desde cuándo ustedes son ciegos? Es algo bastante obvio lo del ex, además tengo que oír el parloteo de Timmy a todas horas— digo con una sonrisa burlona, pero ellos seguían mirándome fijamente —¡Vamos imbéciles! Saben que odio cuando no se ríen de algo gracioso.