El cuarto era iluminado por una única lámpara que colgaba del techo, casi estábamos en penumbras, hacia frío, como si estuviera al interperie, la luz parpadeante solo hacia parecer el cuarto más abandonado de lo que seguramente debería de estar, le daba un aire lúgubre a toda la situación, cuando mis ojos se posaron en la camilla vieja en medio de la habitación justo en la persona que me observaba fijamente, sentí que el tiempo se detuvo.Era una chica castaña, de un castaño claro, con unos ojos tan azules como el agua cristalina de un río, o de un mar, la había visto algunas otras veces, era muy sociable y muy inteligente, jamás había hablado con ella pero había escuchado que era la más lista de su clase, sus poderes eran sin duda inigualables sobre el agua, o por lo menos lo fueron hasta que llegó Aisha, todos la describían cómo alguien centrada, extrovertida e increíblemente amable, ahora parecía lo opuesto a todo lo que había escuchado, estaba sucia, con el cabello lleno de barro y algunos rasguños en las mejillas, sus ojos no parecían esos calmos que todos describían, se veían sedientos, ahogados en la desesperación, me costaba recordar su nombre pero sin duda sabía que lo había escuchado antes, indague por un momento en mi cabeza, me parecía que era Marina, sí, Marina Blitter.
—Blitter— la llamé —Escuche que querías hablar conmigo— aunque mi voz sonaba firme la chica no dijo ni una sola palabra —Entiendo si no estás lista, tal vez te confundiste y quieras hablar con alguien más— la chica soltó una risa amarga mientras me miraba.
—Eres tú la que me ha buscado a mi, Stella— afirma con la voz grave —Gritabas desesperada y fui yo quién te escuchó— la mirada perdida en sus ojos me hace dar un paso hacia delante, ¿Había posibilidad de que Marina no fuera ella?
—Yo no te he llamado, no te conozco— aseguré dando un paso más hacia ella —Marina, no te preocupes, puedes tener una contusión, es por ello que tus recuerdos están borrosos.
—No, no sé que pasó en el bosque, pero puedo recordarte a ti, llamándome, llamándolo, todo esto... No parará— su voz suena aún más lejana, así que me acerco hasta quedar junto a ella —Se que puedes ver los recuerdos de los demás— su mirada se dirige a la mía y puedo ver de nuevo ese azul familiar en ella que hace unos segundos no había visto —Ve los míos— súplica en voz baja.
Paso saliva con mucho esfuerzo, preguntándome si sería buena idea, pero dirijo mi mirada hacia ella, y acerco mi mano a su sien. Su cabeza me absorbe con rapidez, casi me siento invasiva, todo pasaba con una rapidez tan grande que no podía detenerme en un recuerdo en particular, pequeños fragmentos de una bestia, el bosque, ese hombre con una cicatriz, unas mujeres, gritos, muertos, otra bestia, sangre, llanto y luego una sensación de vacío que me hace apartarme de ella.
—¿Qué fue...— mi respiración es agitada —¿Qué fue eso?
Otra risa más se escapa de entre sus labios, pero cuando vuelvo a mirarla sus ojos parecen distintos, las ojeras más prolongadas y el azul casi parece marino, de nuevo me parece distinta.
—No debiste buscarlo— asegura con los ojos fijos en mi —Él puede verlo, puede verte— su risa empeora mientras comienza a toser —Fuiste tú la que lo hizo volver, tu desesperación, siempre has sido tú, desde antes de tu nacimiento, ya te había elegido— su tos se vuelve más fuerte —Y ahora serás tú quien le dejé alcanzar la victoria— doy pasos atrás mientras intento comprender todo lo que dice —¿Cómo puedes no darte cuenta? Todo esto fue hecho para ti, para encontrarte a ti, porque ya no puedes ocultar lo que eres, ya no puedes seguir limitando tu poder— escupe sangre de un color rojo muy oscuro, casi negro, pero sigue hablando como si nada —Todo ese dolor, toda esa rabia dentro de ti pronto va a salir y el hada de la destrucción que hemos esperado va a llegar, todo para Kilag, y cuando logré su cometido solo quedarán cenizas, simples cenizas de todo lo que te rodea.
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Entre amor y profecías
FanficProfecías que deben cumplirse es lo único que había rondado la mente de la dimensión mágica por años, desde el nacimiento de las 6 celestiales que habían escapado de la dimensión para poder llegar a cumplir algún día su destino, la gente de la dimen...