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—Lo siento, ya no puedo hacer nada.
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—¿Ya terminaste? —pregunto un hombre a una niña.
Este se estaba sacudiendo las manos para después acomodar todas sus pinturas, había terminado de dibujar.
—Me falta sus rostros —contesto la pequeña mientras mordía la punta del pincel —No me sale muy bien los rostros, padre, necesito más práctica en eso.
—Bueno, como padre te diría que lo haces genial, tus dibujos son estupendos, pero como cualquier pintor diría que sí, te falta mejorar el rostro.
—Genial —bufo la niña, miro a su padre con un puchero —Ayuda.
El padre sonrió y se acercó a su hija, se inclinó un poco y miró detalladamente su dibujo.
—A tu edad dibujas muy bien ________ —le acarició la cabeza y ella sonrió con orgullo —Todo está perfecto... en el rostro siempre te equivocas en los ojos y nariz.
—¿Me enseñas? —suplico —Quiero ser como tu papá, me encantan tus dibujos.
—Me alegra que te guste. Ya sabes todas mis técnicas... dibujas casi como una profesional —sonrió, la niña rio levemente por su comentario, su padre sabía alagarla —Bien, esta es mi última lección —asintió entusiasmada.
—¡Mamá mira! —la pequeña corría por toda la casa hasta que se adentró a la cocina —¡Mira! —le mostró el dibujo —¿Está lindo? ¡Papá me enseñó como dibujar el rostro! ¿Me salió bien? —se giró a su padre y sonrió, corrió a él y le quito su dibujo —¿Cuál te gusta más? El mío ¿Verdad? No está nada mal el de papá, pero el mío está mejor ¿Verdad?
—Despacio velocista —sus padres rieron por su entusiasmo y la niña se sonrojó apenada —Los dos están hermosos, pero si quieres mi opinión... —la niña la miro atenta, como si lo que su madre diría iba a ser lo más importante en su vida —... el tuyo cariño, esos conejitos son hermosos, la alegría y tranquilidad que transmite tu dibujo es algo fascinante.
—¡Sí! —la niña salto con entusiasmo y se giró a su padre quien sonreía —¡Hoy te gane papá! —rio alegremente.
Ellos siempre competían con sus dibujos, su madre era el jurado.
—A la próxima te ganaré —dijo su padre siguiéndole el juego.
—Ni en broma —respondió y le entregó los dibujos a su padre.
—________, cariño —llamo su madre.
—¿Si?
—¿Podrías ir a comprar unas frutas?
—Claro —sonrió.
—¿Mamá? —la niña camino un poco asustada, la puerta de su casa estaba abierta y lo único que se escuchaba era el sonido del agua hirviendo —¿Papá?
Se asomó por la puerta de la cocina con la esperanza de encontrarlos, hizo una mueca al ver que no había nadie, se acercó a la cocina y lo apago.
Miro atrás cuando escucho pasos, comenzó a temblar del miedo cuando tres hombres con una máscara estaban mirándola.
—¿U-Ustedes qu-quienes son? —retrocedió unos pasos hasta chocar con la mesa.
—Es solo una niña, vamos —dijo uno.
—Podemos venderla.
—No, vamos antes de que nos descubran.
—Bien —dos de ellos empezaron a irse.
—Perdóname, no era mi intensión —dijo el que faltaba una vez sus compañeros se fueron.
—¿Qu-Qué cosa?
—Lo siento —fue lo único que dijo para después irse.
Cuando escucho la puerta cerrarse, la niña empezó a mirar a todos lados, quería a sus padres ahí, tenía miedo.
—¡Mamá! ¡Papá! —grito sollozando subiendo las escaleras.
Se adentró a su cuarto notando que todo estaba destrozado, lloro más y fue al cuarto de sus padres.
—¡MAMÁ! ¡PAPÁ! —chillo acercándose a sus padres, quienes estaban manchados de sangre —¡MAMÁ, PAPÁ! —los movió tratando de que despierten —¡AYUDA! ¡POR FAVOR!
Salió corriendo de ahí y fue llorando al hospital, según lo que decían, los doctores de ahí eran los mejores.
—¡AYUDA! ¡MIS PADRES ESTÁN MAL! ¡POR FAVOR! ¡AYÚDENME!
—¿Qué sucede? —pregunto un doctor, a su lado había una niña y un niño —¿Qué pasa?
—Mis padres están mal, están llenos de sangre y- y- —gimoteo —Ayúdame por favor.
—¿Dónde están? —la miro preocupado.
—En mi casa.
—Llévame —asintió —Vayan con su madre —ordeno a los niños.
—Sí.
Ella corrió y lo guio por donde estaba su casa, una vez llegaron fue al cuarto directamente, tenía miedo.
—No puede ser —susurro el doctor, fue donde ellos y les tocó el pulso, cerró los ojos al ver que ya habían muerto.
—¿Puede ayudarlos? —sollozo —Por favor —lo miro con esperanza.
—Lo siento, ya no puedo hacer nada.
La niña lloró y corrió a sus padres abrazándolos, el doctor solo pudo mirarla con pena.
✎﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏
Holaaa.
Nueva historia, agradecería sus estrellas y comentarios en cada capítulo.
¡Espero que les guste!
♡
little_catling
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𝐂𝐎𝐋𝐎𝐑𝐄𝐒 𝐘 𝐏𝐑𝐎𝐌𝐄𝐒𝐀𝐒 || Monkey D. Luffy
FanfictionLuffy x lectora | ❝¿Acaso existe algo más valioso que tus sueños?❞ Nuestra palabra y nuestros actos nos acaban definiendo como personas. La voz es lo único que nadie puede quitarnos, pero la perdemos poco a poco cuando hacemos promesas que sabemos q...