SIZIGIA ©

Capítulo 19

Uno de los capítulos más especiales para mí |disfrutad <3

❆❆❆

—¡Ahí, ahí! ¡Fíjate! —susurró Ava, a mi lado, señalando a un tronco en el cual detrás de él se encontraba un pequeño cervatillo. Precioso, larguirucho, pequeño, inocente.

—No me lo puedo creer —susurré, conmovida —. Es el primero que veo en mi vida.

—Yo no, pero son monísimos. Una vez pedí uno por navidad —me dijo, alegre. La sonreí. Adoraba a esta chica.

Seguimos con nuestro paseo. La verdad es que fue una magnífica idea y muy buena excusa para no tener que despertarme a la vez que Maxon.

Él seguía durmiendo agarrado a un cojín cuando yo me levanté. Me pareció adorable. Injustamente adorable.

Me vestí en el cuarto de baño con ropa deportiva. Unos simples leggins violetas, una chaqueta con capucha a juego y el gorro de lana.

Sabía que hacía frío, pero no siempre nevaba en la ciudad —por no decir nunca —, o al menos tanto, y quería aprovecharlo.

Ava y yo charlamos de todo. La verdad es que teníamos varias cosas en común; yo tenía un hermano y ella tuvo una hermana.

Murió.

Pensé que había metido la pata al hablar sobre Aaron, pero pareció que quería quitarse el peso de encima. Como pensé, a veces es extraordinaria la sensación de desfogarte con un desconocido.

Tampoco comentó mucho sobre el tema y no volví a preguntar sobre su familia. Me comentó que hizo un par de años de veterinaria, y que había trabajado en varios sitios. De dependienta, en una perrera, en una protectora, y actualmente estaba de camarera.

—Ojalá poder trabajar. A veces siento que he perdido el tiempo estos cuatro años, ¿Sabes? —le digo, mientras rodeamos parte del lago y sacamos varias fotos.

—Sí, te entiendo. Estudiar es una mierda. En general... la vida académica es una mierda tal y como está distribuida. ¡Mira! ¡Una ardilla!

Me giré sorprendida, era el quinto animal que nos encontrábamos esa mañana. Y, fue increíble el momento en el que Ava se acercó a ella con varias bellotas y la ardilla se le subió al brazo con toda la confianza del mundo.

Así pasamos el resto de la mañana. Conociéndonos. Charlando sobre cosas absurdas. Comentando lo presumido que era James con su cuerpo.

—Anoche no dejó de repetirme que era la única que "se había resistido a sus encantos". Vaya flipado —gruñó rodando los ojos.

—Yo creo que solo quiere llamar tu atención y no sabe cómo conseguirlo.

—Pues lo está haciendo de pena —dijo con seguridad, aunque yo no estaba tan segura de ello —. Hablando de ligar; ¿Puedo preguntar qué hay entre el chico alto y tú?

Ah, mierda. Se me tiñeron las mejillas enseguida.

—Una barrera de cojines en la cama —solté sin pensar. Vaya cagada. Menos mal que Ava se echó a reír a carcajadas.

—Eres adorable —sonrió —, pero en serio. ¿Qué hay entre vosotros? Está claro que algo crepita entre los dos cuando os miráis.

Sí, ya. Seguro.

—Lo único que crepita es la chispa entre Jen y él. Parece que tienen mucho en común.

Me estaba yendo de la lengua, y eso no me beneficiaba en absoluto. No la conocía de nada. ¿Quién me podía prometer que no iba a chivarse a Jen sobre esto? ¿O a James?