Ella es diferente.

21.

Lunes. ¡Que fastidio! No quiero ver a mi familia. A nadie. Pero como toda niña buena tengo que asistir al maldito colegio. Cabrón el que se le ocurrió inventar el colegio.

Cuando bajo a desayunar ya todos se habían ido. Y como la mala del cuento soy yo tengo que llegar tarde.

Cuando llego todo esta desolado. Todos en el aula. Y los profesores dando su estúpidas clases. No pretendo tomar clases. Asi que voy a mi lugar de siempre.

Al llegar hay un chico, y se nota que esta más que pensativo. Me recuerda a alguien. Me acerco. Me siento a su lado.

Luego como de 10 minutos. El chico sale de sus pensamientos. Y se sobresalta al verme.

-¿Cuánto tiempo tienes ahí? -me pregunta bastante tímido.

-Acabo de llegar. -le respondo sin mirarle.

-Barbara, cierto?

-Claro. -le digo indiferente. -¿Tú eres...?

Claro que lo conozco, pero no se tiene que dar cuenta que lo recuerdo, luego pensaría que noto a personas insignificantes.

-Alec, ya nos conocíamos.

-Oh.... -digo tratando de hacer "memoria". -No te recuerdo.

-Si, me imagino, nos habíamos encontrado aquí antes.

Solo asiento. No estoy interesada en hablar en estos momentos. Duramos un largo tiempo en silencio. Este chico es simpático. Primera persona con la que estoy en mi lugar, ya no tan mío. Y que no trata de coquetear, que solo cierra la boca sin lanzar mierdas. Pasa un tiempo hasta que tocan la campana de que es hora de cambio de clase. No le despido, solo tomo mis cosas y me largo.

Llego a clases de Historia antes de que el profesor haya llegado. Tomo asiento entre los últimos. Leonardo entra por la puerta como si fuese la ultima cocacola del desierto. Solo lo miro un momento, ya que no quiero que piense que puede llamar mi atención. Cruzamos miradas y yo solo la aparto. Leonardo toma asiento al lado de mío. Imbecil el que no se había sentado allí antes.

-Crees que puedes ignorarme porque no soy de tu mismo nivel. -ni siquiera me mira, pero sé que se dirige hacia mi persona. Se humedece los labios. -Pero te digo algo, ojalá tu estar al nivel mío, y lo peor de todo es que las personas como tu quedan sola Muñeca. Pero no te haré sentir mal y haré como si no me hubieses mirado con cara de que puedes ignorarme porque soy alguien insignificante.

"El es un idiota que no merece tu sensibilidad" me digo a mi misma.

-Si tanto eres de mi nivel, ¿Por que no tienes ropa de diseñador, un auto último modelo, una casa mejor? ¡Oh cierto! No eres de mi nivel y nunca lo serás. Y si crees que me puedes callar será mejor que te retires, nunca lo lograras. -me callo porque veo al profesor entrar.

Leonardo solo se queda callado, porque claro esta que no tiene como responderme, solo noto que esta terriblemente tenso. Y por lo visto, muchos escucharon nuestra pequeña charla.

Toca la campana, tomo mis cosa y me dirijo a la cafetería, y voy a la mesa de mis hermanos, donde están Mercedes y las demás. Todos empiezan hablar y yo no soporto que Shelton me este ignorando. Me paro de mi asiento, me dirijo hacia Shelton, me siento en sus piernas, el se sorprende demasiado, lo tomo del rostro y le doy un beso. El se le suaviza la mirada y me abraza. Nadie dice nada al respecto, todos siguen en sus asuntos.

Ya estoy haciendo camino hacia mi coche para dirigirme a casa y tener mi bello día en familia, con todos mi hombres sobre protectores.

-Hey Slim, para!

Volteo para ver de quien se trata, y es quien menos me imaginaba, la hermana de Ian.

-¿Que quieres? -digo con indiferencia.

-¿Podemos subir a tu auto? -me pregunta.

-Si, pero rápido.

Ella me sigue y sube a mi auto.

-Iré al punto, quiero que seamos amigas. Si?

Claro que no me sorprende que me este pidiendo eso.

-Te dire algo sinceramente. No quiero ser tu amiga, eres hipócrita, no haz cambiado, si realmente no me estarías pidiendo esto y ya hubieras puesto acción si realmente te importara. Y eres muy poca cosa para mi, eres pobre, sé que estas en esta escuela publica porque no tienes dinero para pagar una privada, y yo? Yo tengo el dinero suficiente para comprar una de las escuelas mas cara del universo si se me pega la gana.

Ella me mira tan sorprendida, sé que no se cree lo mucho que ha cambiado la inocente Barbara.

-Oh! Y una cosa más... Abres la boca sobre mi pasado y te arruinare.

Ella me mira con dureza pero no me intimida ni lo mas mínimo.

-Y también, sal de mi auto, sé que no tienes ni un auto, poca cosa.

Y como siempre, Barbara es la triunfadora. Ahora falta la disculpa de Mercedes y las chicas. Tocan la ventana que esta en mi puerta del auto, y están Mercedes, Lisa y las otras. Bajo el cristal a ver que quieren, obvio que no deben ver mi interés.

-¿Que quieren?

-Disculparnos. -dice Angie.

Y ahí esta.... Siempre triunfando Barbara...