24.- Ella

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James guardaba sus libros en el casillero cuando de pronto Ana y Mily pasaron por el mismo pasillo donde él se encontraban. Las chicas no se veían nerviosas ni asustadas, al contrario, estaban riendo y conversando felizmente, como si no tuvieran algún problema que resolver.

El chico trató de disimular, como si no las conocieras y terminó de meter todo adentro del casillero.

—Espera, ¿Gadiel te besó?

—¡Sí!

—No puedo creerlo. Al fin sucedió, ¡estoy tan feliz por ti!

—Fue algo de otro mundo, me sentí en las nubes.

James cerró la puerta con el candado y caminó detrás de ellas. Estaban tan concentradas en su conversación que ni siquiera lo tomaban en cuenta.

—¿Gadiel besa rico?

—Mejor de lo que te imaginas.

—Espera, pero, ¿le gusto?

—Su amigo estaba levantado, es obvio que le gustó.

Mily se quedó pensando por un rato y preguntó:

—¿Qué amigo?

—No puede ser —empezó a reír —. No puedo creer que seas tan santa, Mily.

—A veces me confundes con tus cosas, no es mi culpa. ¿Antonio estaba también con ustedes cuando se besaron?

—Primero, Antonio estaba dentro de la casa —explicó —; Segundo, me refiero a su pene.

Mily se sorprendió y puso sus ojos en blanco.

—Puaj. No quiero saber más sobre eso. A ver, ¿Qué haremos con Billy? Tenemos que ir al teatro luego de terminar las clases para hablar.

—No te preocupes, tengo algo que funcionará.

—¿Segura?

—Muy segura.

James guardó lo que habían hablado las chicas en su mente y cruzó hacia el jardín para buscar a Sofía. Antes de salir, la profesora de química lo detuvo para hablar con él.

—James, necesito hablar contigo en mi oficina.

El chico aceptó y entró. Se sentó un poco nervioso frente al escritorio de ella.

—Bueno, como sabrás, el evento de ciencia se canceló, supongo que te llegó mi correo con la información.

—Sí.

—Entonces, como ya sabes, este evento será para la próxima semana —tomó un papel y lápiz —. Necesito que prepares todo.

—Disculpe, ¿yo? ¿Preprarar?

—Así es —sonrió —. Estarás a cargo conmigo para la organización. Eres el mejor en todas las materias de ciencias, no hay más nadie quien pueda con esto. 

—Wow, gracias, no esperaba esto.

—Necesito que vengas a mi oficina hoy en la tarde, luego de la última clase.

James pensó en el teatro y rápidamente preguntó:

—¿Podría ser mañana?

—Emm, sí, claro. Pero solo hasta mañana, no puedo posponer la reunión por más días.

—Esta bien, mañana estaré aquí.

—Bien. Ya puedes salir, la campana ha sonado.

>_<

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