29.- Soledad

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—Vamos, no me dejes sola en ese evento, Laura.

—Sofía. ¿Acaso no recuerdas lo que Gadiel te hizo?

—Sí, lo sé. Por eso les pido que vengan conmigo.

—¡Te lo dije, Laura! El regreso de Gadiel nos traerá problemas.

Los tres se quedaron callados.

—¿Qué tienen planeado para hoy? —preguntó Lex, interrumpiendo el momento incomodo entres sus amigos.

—Sofía, te pido que no le preguntes a Lex —suplicó Laura —, por favor.

—Lex, ¿quieres ir a un evento?

Él se mostró interesado.

—Genial, ¿un evento de...?

—Lo organiza el padrastro de Gadiel.

Él empezó a reír.

—¿Gadiel? ¿Es una broma?

—No, no lo es. Está completamente loca.

—Vaya. ¿Sofía? ¿Estás bien?

—¿Ahora lo ven? Les dije que no había que dejarla sola —insistió su amiga —. Gracias, Alejandro.

—¿Yo qué hice?

—La dejaste sola, ahora mírala.

—Te recuerdo que también es tu amiga, tú también la dejaste sola.

—¡Ya! ¡Deténgase! Nadie aquí es culpables de nada. Tomaré la decisión de ir, me acompañen o no.

—Sofia, amiga, reacciona. ¿No recuerdas que sucedió en aquella fiesta? ¿Crees que no sucederá lo mismo?

—Esto es diferente, Laura.

—¿Qué tienen de diferente?

La chica se quedó callada, no dijo nada.

—¿Lo ves? Sabes que tengo razón. No debes ir para ese evento. La última vez estuvimos contigo y para ser sincera, no pudimos hacer nada con respecto a la discusión entre Gadiel y tú. 

—De todas formas, iré.

—Hagamos algo, tomemos una decisión —propuso Alejandro —. Levanten la mano quien —

—Que ridiculez —lo interrumpió Lex.

El chico encarnó su ceja y lo miró.

—¿Me dejarás continuar?

—Continúa.

—Que levante la mano él y la que quiera acompañar a Sofía al evento de Gadiel.

Laura, resignada, levantó su mano. Lex, se negó a hacerlo. Alejandro, sin pensarlo, levantó la suya.

—Bueno, dos contra uno. Sofía, te acompañaremos.

—Es una mala decisión —comentó Lex —. Como sea, nos vemos en el almuerzo. —le dio un beso en la frente a Laura y se retiró.

Los tres caminaron hasta el salón de química. Al llegar, vieron a Gadiel y a Ana en diferentes lugares, no estaban juntos. Como siempre, ellos se sentaron juntos.

Gadiel estaba más cerca de Sofía.

—Gadiel no está junto a Ana, ¿creen que no la perdone? —preguntó Alejandro.

—Tú siempre de indiscreto. Mejor, cállate —contestó Sofía en voz baja.

Unos de los estudiantes que estaba detrás de la chica, tocó su hombro y le entregó un papel, ella muy confundida lo tomó. Miró el trozo de papel y lo abrió cuidadosamente, tenía algo escrito.

Antes DeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora