Capítulo 1_ Lejos de casa.

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La pequeña princesa pelirroja no quería salir de la habitación que le habían asignado.

No había sido de su agrado salir de la protección de su hogar para ir a un sitio totalmente extraño para ella.  Sus hermanas y uno de sus hermanos cansados por su negativa habían salido hace un rato cuando fueron llamados a cenar.

Héoleth se había aferrado a la cama, no quería salir y ver a un montón de desconocidos. Ésa extraña gente le asustaba.

Su hermano mayor sin embargo se había quedado a su lado, esperando por ella. Heometh se inclinó hasta llegar a su altura y agarró su mano, apretándola. El siempre la confortaba dándole ánimos. La pequeña lo miró.
Sus ojos estaban clavados en los suyos.

—No es tan malo cómo piensas, Heli—Dijo Heometh con voz dulce—. Sonríe más.

_No quiero ir allí, storebror (hermano mayor). Hubiese preferido quedarme en casa con madre y padre, también con mis cuervos.

—Vamos. Padre te ha permitido traer a Deva, puedes estar con ella mientras estamos en Kings Landing.

La pequeña princesa suspiró mientras echaba un vistazo a su cuervo hembra posada sobre el espaldar de su cama. Era negra con una mancha de blanco en su pecho, aún era un pájaro pequeño pero con el tiempo Héoleth sabía que llegaría a ser un gran cuervo mensajero como era de esperarse de los cuervos de los bosques.

—Sólo recuerda no hacer lo que padre te ordenó en frente de ésas personas.

—Pero hay veces que no puedo evitarlo.

Dijo casi cómo un lamento. Sus habilidades, ésas que tenía desde que era una bebé habían sido más recurrentes últimamente. Sabía que cuánto más creciera, más fuertes éstas se harían. Y eso le asustaba.

—Lo sé, pero allí estaré para ayudarte a controlarlo.

—Tú no trajiste a Corbett.

—Él estará bien, sabe cuidarse sólo. —dijo el príncipe refiriéndose a su propio cuervo, dándole otro apretón a su mano. —Vamos Heli, que te la pasarás genial. Hemos venido aquí cómo invitados importantes, nadie nos hará daño. Además me tienes a tu lado, nada te pasará.

—¿Dormirás aquí?

—Sabes que se lo prometí a madre.

—¿Me lo prometes a mí?

Heometh sonrió enternecido ante el tono dulce de su hermana pequeña.

—Prometido.

𝕽𝖊𝖉 𝕮𝖗𝖔𝖜 || Aemond Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora