ALPHA AND LOVE // MINAYEON

♡ Parte Nueve

Nayeon

Yo la quiero, la amo, amo a Mina... y de eso me he dado cuenta con mis charlas con Jeongyeon y Tzuyu, mis únicas dos amigas que me apoyan en todo y me pueden entender mejor.

Yoo Jeongyeon alfa, trabajaba antes conmigo pero la echaron por asunto confidencial, aunque yo siendo su amiga sé que la echaron por encontrarla en horario laboral haciendo el amor con su novia Tzuyu.

Tzuyu la había regañado por días y la dejó en abstinencia por casi un año. Para la beta fue muy vergonzoso ese momento y no lo tomaba tan a la ligera como Jeong.

Yo también me reí, pero en mi mente. No recuerdo cuando fue la última vez que mis comisuras se alzaron en una sonrisa genuina, tal vez fue antes de que Bang me arruinará por completo... Sí, antes de eso.

Jeong no conseguía trabajo y entonces yo las ayudó económicamente a ambas desde eso. Vengo manteniendo dos familias y no sé como me queda para ahorrar.

Tzuyu no conseguía trabajo al ser beta y la sociedad estupida no le da oportunidad para conseguir un trabajo, y con Jeong pasa que no es muy buena en algo y la despidieron de lo único que sobrevivía.

Ellas me pagaban dejándome dormir en su casa en la habitación de invitados y con comida... comida que yo compraba y casa que yo pagaba pero la intención es lo lindo.

Ellas me apoyaron en mi adolescencia cuando todo lo de Bang pasó, estuvieron para mí y es mi turno de estarlo, de alguna u otra forma.

De ninguna manera duermo con el omega que me arruinó y con la creación estupida que no odio solamente porque no tiene la culpa, y de ninguna otra manera compartiré una comida con ellos dos.

Ahora mismo, solo me dedicaba a esperar que Jisung regresara para ver a Mina una vez más, una última vez antes de irme a dormir con la pareja hormonal. Solo quiero verla una última vez en mi día y probablemente semana ya que se va mañana en la mañana a Japón.

Japón...

¿Cómo sería si yo la hubiera conocido primero? Las cosas pudieron ser diferentes o peores, contando la diferencia de edad y que a ella le gustan personas como Jisung... y yo soy lo opuesto a esa cría.

El hubiera no existe.

La cría llegó a las doce de la noche, con su hermosa novia que era la única más sobria.

Perfecto. Despedida por un mes, solo le desearía que le fuera bien, para que me deje de tener miedo, solo eso quiero ahora.

— Oh, mira... la madre del año... — arrastraba sus palabras el cría mientras yo solo miraba. Lo que sé es que el agarró un odio por mí porque no fui atenta en su crianza ni en su existencia. Pero a mí no me interesaba formar parte de ella, no cuando él es igual a su padre.

— Tienes que ir a tu habitación — Mina me miró, pude percibir los nervios en su mirada — Él puede ir solo — yo quiero estar sola con Mina.

Jisung me miró por un momento, perdido, y bufó para luego irse a su habitación entre tropiezos pero nada grave, nada que no haya visto antes o en menor importancia.

— Nayeon, yo... — me alegra que me llame por mi nombre — Solo se pasó de beber con sus amigos que llegaron ahí y... — no puedo dejarla terminar, no cuando ella no tiene la culpa.

— Es normal, créeme — se vio tan aliviada que quería solo sonreírle pero no me atreví a hacer eso que desde hace años no hago.

— Bueno, yo me tengo que ir, nos veremos el próximo mes, ¿n-no? — ¿por qué tenía que ser tan bonita?

No sé con qué sentimiento identificó mi mirada pero desvió la vista hacia abajo, y yo no puedo permitir que su mirada baje así.

— Espero tengas buen viaje, Mina — hice mi mayor esfuerzo de sonrisa, alzando solo la comisura izquierda un poco.

Ella en un momento miró mis labios, o así lo sentí. Sonrió para asentir y luego irse.

Desparecer por otro mes. Esperarla por otro mes.