ALPHA AND LOVE // MINAYEON

♡ Parte Veintisiete

Mina

No pude regresar al mes otra vez. Simplemente el dinero no me alcanzó y no podía aceptar el que Hikaru, Momo o Sana me daban.

Estaba mejor en el tema de Jisung.

No me estresaba tanto, podía dormir mis ocho horas y algunas otras si me dejaban salir temprano del trabajo. Incluso pasaba tiempo con mi familia y amigas pero todo el maldito tiempo pensaba en Nayeon.

Les conté a mis padres sobre lo de Jisung pero en igual de consolarme porque rompí mi relación, me consolaron porque estaba enamorada de una alfa mayor sin interés en mí.

Les conté y me apoyaron e incluso animaron con que la visitaría en un mes más. Momo y Sana habían hecho una apuesta y se pagaron cuando les dije que estaba enamorada de Nayeon.

Hikaru me miró seria y me golpeó el hombro. Me desconcertó su acción.

— No es nada del tema, pero recordé que me dejaste en le parque con una alfa acosadora y otras dos chicas locas, así que se me antojó golpearte — muy fácil de su parte — Y felicidades, yo lo sabía antes que tú pero que bueno — estaba de mal humor esos días.

Creo que forjó una amistad entre aquella alfa y las dos chicas más en el parque porque siempre veía que mandaba mensajes o le llegaban y cuando alguien se acercaba, huía.

Tampoco la obligare a decirme, ella no me obligó aceptar mi enamoramiento por Nayeon, así que la dejaría.

Solo esperaba que estuviera bien ya que, según yo, casi aborrecía a la alfa por lo empalagosa que era. Pero se veía bien así que muy su vida y yo trataba de arreglar la mía.

Me esperaba todo el mes de trabajar para lograr juntar el dinero, del estrés del trabajo casi aceptaba el dinero de alguna del trío que considero mejores amigas pero no lo hice.

Me tentaba a cada rato solo aceptarlo e ir directamente allá y ver a Nayeon. Pero Hikaru me llegó con una oferta más tentadora.

— Mina — su voz alegre llegó a mi habitación mientras yo feliz por mis horas libres y solo descansando con los ojos cerrados en mi cama.

— No — escuché una queja despues.

— ¿No quieres ver a Nayeon? — me persuadió pero yo no caería en la tentación de ver a aquella alfa tierna que me enamoró, no, claro que no.

— No... Digo, sí, pero no aceptaré tu asqueroso dinero — aclaré luego sentí como un lado de mi cama se hundía y una mano en mi rodilla.

— Te tengo una oferta — no me gustan — Vamos a Corea ambas — ¿eh?

— ¿Eh? — ahora sí abrí un ojo y la miré.

— Bueno, tú vas a ver a Nayeon y yo pues... yo a... a, pues — sonreí divertida porque sé a quién quería ver — A, bueno, tú sabes. Borra esa estupida sonrisa porque me avergüenzo más. A ver a la acosadora, pues.

Ya sabía que tenía algo allí.

— Mira, sé que tienes para el boleto y departamento pero te falta para tus cosas basicas, yo puedo poner eso y vemos allá, ¿bien? Te confieso que Bahiyyih amenazó con venir y presentarse con mi familia como mi alfa si no iba — esa chica me agradaba.

— No sé... — sí sabía.

Simplemente pagaría la comida de ambas y ya, y sabía que le aceptaré por tan buena oferta porque me acompañara ella. No es muy diferente a las demás ofertas pero me atraía que pase algo entre la tal Bahiyyih y Hikaru.

— ¿Sí o sí? — tramposa que es, aunque podía decirle que no, preferiría dar el gusto tanto a ella como a mí.

— Sí.