ALPHA AND LOVE // MINAYEON

♡ Parte Cuarenta y Cuatro

Mina

Sentí sus brazos rodearme mientras yo me recuperaba sintiendo mi intimidad siendo llenada por su orgasmo, era tan caliente.

Ella lo es. Mi alfa lo es.

Que hermoso se siente decirle así, y no voy a contener de que lo escuche.

— Mi alfa — llamé viendo como ella se tensaba un poco y me veía con esos orbes brillantes y una sonrisa — Eres lo más especial que he tenido — su mirada me ponía nerviosa pero solo se acercó, besando mi frente y luego mis labios.

No necesitaba que me devolviera las palabras, yo solo necesitaba que se quede aquí conmigo hacerme saber con acciones lo cuánto que me corresponde mi amor.

— Tú eres especial para este mundo pero estoy segura que lo eres más para mí, mi hermosa omega — tal vez no lo esperaba o solo estoy sensible por mi celo pero me escondí a llorar en su cuello.

Todavía seguía dentro de mí, más calmada pero la sentía. Igual ni la dejaría ir porque se sigue sintiendo bien aún cuando ya terminó por ahora. La dejaría descansar, aunque yo en realidad quería seguir sintiéndola.

Me acomodo bien y ella no dijo nada pero sus besitos en mi cuello y hombro me daban apoyo.

El aire pegando en mi cuello me hacía estremecer porque mi marca está muy sensible.

Lo notó porque quitó de la cabecera mis cobijas y las desdobló sin moverse mucho, tapándonos a ambas y abrazandome. No tenía mucho frío pero se sentía agradable.

Más agradable se sentiría si seguiera moviéndose encima mío como hace minutos pero me concentré en poder dormir.

Aunque antes de caer recordé algo y abrí los ojos mirandola a ella.

— Sabes japonés, ¿verdad? — no estaba dormida o durmiendo pero aún así abrió los ojos mirándome y asintiendo mientras me sonreía.

— Casi, bueno, tuve solo dos años aprendiendo y pude hacer lo básico aquí en Japón — quité mi flequillo de mi cara para luego mirarla sonriendo.

— ¿Quieres dormir? — pregunté recibiendo una negación pero luego asintió, confundiendome.

— Si tú quieres dormir, podemos — musitó mientras acercaba su rostro a mi cuello. Gruño un poco cuando siento sus labios en mi marca, se sintió maravilloso.

— ¿Estas cansada? — pregunté viendo mi mesita de noche, donde tenía un poco de dinero, y luego de reojo pude ver una negación de parte de mi alfa.

Perfecto.

— Entonces, si no quieres dormir ni estas cansad, podemos seguir, y si sabes japonés podrías ir a la farmacia por condones y una pastilla — y ahí estaba Im Nayeon, levantándose para ir a la farmacia por mi pedido en cuanto se lo sugerí.

¿Qué pensaba yo cuando dije que descansariamos? Si esto apenas empezó y yo quiero más de ella.

Pero ella no me ganaba en emocion, yo estaba más feliz por ello.

Que bonito día. Bonito solo porque mi alfa es oficialmente mi alfa y yo oficialmente su omega.