♡ Parte Veinticinco

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Nayeon

Bien, parece que la hora había llegado de todo.

Me llevé a Jisung dentro, lo había tomado fuertemente de la nuca y me importan nada que le doliera y que Seungmin se acercara enojado conmigo, quitándome a Jisung de mi agarre y abrazandolo contra sí.

Ahora parecía buen padre, ¿no?

- No lo vuelvas a tocar así - solo lo miré, manteniendo mi calma y serenidad, me encantaba hacerlo enojar a él, a Chan y a su hijo.

- ¿No es mi hijo? - bromeo aunque no quité mi calma, la mantendría para asustarlos más.

- Sí pero no es excusa para hacerle eso - ni siquiera hablábamos, nunca lo hicimos y no me importan hacerlo.

- Lo es cuando trató de golpear a su novia porque ésta lo terminó - ha, eso último se sentía tan bien de decir. Terminaron. No son nada.

- Yo... Yo no quería - y el mocoso lloró, hasta me sorprendí de la lagrimas que soltaba y agradecía que yo nunca cambio de expresión porque me estuviera riendo de esas gotas - Papá - llegó Chan quien lo abrazó y ambos se sentaron en el sofá.

Seungmin se quedó parado pero acariciando la espalda de su hijo.

- Mamá - me llamó a mí, todavía me quería reír pero me aguanté y miré a Chan, quien parecía también esperar que consuele la mocoso.

Suspiré y negué.

- ¿Por qué no se lo dices, Bang? - sí, que lo supiera hoy y vamos a ver cuánta confianza tendrán entre ambos cuando vean que el mayor le mentía al menor.

- ¿S-Sobre qué? - y se atrevía a preguntar, miraba nervioso como si ya supiera que yo lo sé.

- Que Seungmin es en realidad el padre de Jisung - tan satisfactorio ver la pequeña familia sorprendida e incrédula mirándome.

No les daría el gusto de verme sonreír pero que quedé claro que quería sonreír.

- Tal vez debí cumplir la ley de ese entonces. ¿Recuerdas esa ley, Bang? - se puso pálido y abrazó más a Jisung contra él, incluso Seungmin se puso protegiéndolos, pero fácilmente yo podría apartarlo y cumplir con esa ley que fue quitada desde hace años, pero sentían miedo de mí, y me gustaba que lo tuvieran.

- N-No lo hagas, Nayeon - que bonito tartamudeaba.

- ¿Tú sabes de cual ley hablo, Jisung? - el mocoso me miró como pudo, curioso y todavía asombrado de su otro aparentemente progenitor - Si un omega tenía a una cría de otro u otra alfa que no sea con el que estaba casado, el o la alfa tenía que matar al bebé cuando naciera o hacer un aborto en el omega.

Sentía el olor agrio enojado y asustado de Seungmin, él sabía que yo era más fuerte pero no sabía que yo no podía matar a alguien.

- Nunca fui tu madre. Por ley tenía que causar un aborto en Bang o matarte en cuanto nacieras - eso solo lo hizo ampliar los ojos y esconderse. Mantuve mi calma y tomé algunas de mis cosas bajo sus miradas.

Que bien se sentía decir lo que callaba desde hace años.

- En una semana tendría que pagar la renta de la casa, no lo haré y tendrán que desalojar. Como ya tienen a un alfa en la familia, no tengo por qué pagar sus cosas y tampoco quiero hacerlo - todo ya estaba en mi mochila - Bueno, espero sean la gran familia feliz, pero sin mi dinero - me iba a ir.

A ellos le importaba mi dinero, y yo ya no tenía por qué quedarme aquí.

- No... ¡No puedes, Nayeon! - Bang se exaltó, pero Seungmin lo calmó.

El alfa también estaba asustado, por cuenta propia supe que no trabajaba y se mantenía de préstamos, estaba jodido él y su familia feliz.

- Oh, pero mira como lo estoy haciendo - me burle, que bien se sentía. Ya estaba afuera así que les cerré la puerta, luego yendome a mi auto.

Todo se sentiría mejor si Mina estuviera conmigo, pero me di la libertad de sentirme feliz esta vez.

Todo está mejor.

ALPHA AND LOVE // MINAYEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora