ALPHA AND LOVE // MINAYEON

♡ Parte Veintiocho

Nayeon

— Nayeon, estás alterada, vamos a la habitación y esperar que Tzuyu traiga el supresor — no podía, me sentía realmente mal. Sentía mi cabeza con calentura y mi abdomen me ardía.

Tenía una erección que me dolía muchísimo que ni tocar podía porque me ardía, mis celos eran dolorosamente terribles siempre.

Solo los supresores fuertes los calmaban y solo un poco ya que no podía estar cerca de Tzuyu o omegas cerca porque me enfermaban solo sus presencias.

Me dolía todo el cuerpo, ni siquiera había recordado que el día era hoy y me había tocado estar en la cocina bebiendo agua cuando la primera ola del celo me llegó fuertemente y me hizo hacerme bolita mientras gruñia al lado de la nevera.

— No puedes estar aquí porque te descontrolaras con Tzuyu, y ten conciente que es mi pareja. Vamos a la habitación — tenía toda razón pero me dolía.

Me levanté solo un poco y mi abdomen dio un tirón, me avergonzaba en bulto que se notaba en mis pantalones pero Jeong solo me tomó del brazo y me jalaba poco a poco hacia mi habitación.

— Bien, ven — me siguió diciendo pero solo terminé arrastrándome porque un tirón me hizo arrodillar pero la poca fuerza que tenía me arrastro dentro hasta que escuché que cerraron la puerta.

Ya estaba dentro de mi habitación y solo me faltaba esperar mientras me retorcía.

Fácil.

Me arrastro a la cama para poder hacerlo más cómoda que en le piso, solo era cuestión de un tiempo para que Jeong me trajera el supresor disuelto en agua y ambas se fueran a con los Zhou's para dejarme sola.

Mis celos mayormente me la pasaba acostada, más calmada, con supresores que me tomaba y veía redes sociales alguna película o solo vídeos aleatorios.

Solo pocas veces me calmaba la excitación masturbándome, pero esta vez me dolía hasta rozar mi parte íntima que preferiría retorcerme ahí en la cama esperando a Jeong por el supresor

Tzuyu no lo podía traer por obvias razones.

Solo recuerdo que todos mis celos son así desde que me divorcié de Bang a escondidas de nuestros padres, a mis trece años, y solo fingiamos ser esposos pero no pasábamos los celos juntos después de eso. Eramos adolecentes primerizos, nos daban miedo nuestros padres.

— Aquí está, tómalo — me levanté de un salto cuando escuché la voz de Jeong a mi lado, ni siquiera había escuchado la puerta.

Pero de repente me levanté completamente y agarré el vaso con supresor disuelto para tomarlo en tragos grandes. Tardaría en hacer efecto pero quería que ese efecto llegara ya.

Gruñí cuando no lo hizo aún cuando yo sabía que no lo haría.

Estaba insoportable y por lo mismo la casa quedó sola en unos cuantos minutos más.

El efecto tardó en llegar unos minutos, no sé cuántos, tal vez diez. Me siento enojada porque, según la caja, tarda a solo cinco o menos minutos. Eso era estafa.

Más calmada, mejor me acosté bocabajo para ver alguna película. Realmente casi nunca vi películas infantiles en mi infancia y ahora me gustaban mucho, como si pudiera vivir eso aunque soy completamente adulta. Me gusta verlas mayormente a solas, aunque ni Jeong o Tzuyu se burlan, solo me gusta verlas solas.