ALPHA AND LOVE // MINAYEON

♡ Parte Seis

Mina

Podía pasar horas viéndola y no me aburría, solo con ver ese pequeño y tierno lunar en el final de su ceja, sus labios rellenos y rosados, su cabello castaño realmente hermoso, su cuerpo en buen forma. Todo Nayeon era una obra de arte.

Cuando estaba en casa de Jisung, lo más que hacía era ver, con mi más actuación indiferente, a Nayeon.

No sé como no capté que me atraía en ese momento, si en realidad solo pensaba en ella a todas horas del día.

Incluso en Japón pensaba en cómo sería estar con ella a mi lado mientras comemos algo.

Después de ya meses en que visitaba a Jisung, habíamos salido muchas veces aunque no con tanta frecuencia, ya que no teníamos tiempo. Él mayormente salía con amigos, y aunque me invitaba, rechazaba estar rodeada de puros alfas imponentes y con olor a alcohol.

Sabía que Jisung igual tomaba, ya que llega con el aliento a alcohol pero no tanto ya que sigue sobrio y feliz abrazandome.

Me preguntaba a mi misma si Nayeon alguna vez se ha embriagado, ya que siempre trabaja desde adolescencia y quisiera saber si alguna vez se ha divertido en alguna fiesta.

Yo en personal, no me gustan los lugares con gente y música muy alta, prefiero quedarme con Hikaru mientras Momo y Sana siempre se iban a alguna fiesta, ya que a mi amiga beta Hikaru tampoco le gustan y me acompaña a jugar algún videojuego.

Igual, no me molestaba en ir, ese era el punto y ellas tampoco me molestaban en insistir.

Nayeon se veía como la típica alfa; seria, cortante, firme, musculosa aunque no exageradamente, dominante, y hasta incluso violenta por como te ve queriendo matarte.

Pero las veces que hemos hablado, es tan diferente.

Más de una vez la he escuchado decir cosas en diminutivo, como cuando le gustaron mis uñas y me dijo 'le quedan bien a tus manitas', podía parecer ridículo por su edad para muchos pero para mí era realmente tierno.

Más que lo dijo abultando los labios casi como patito. Su rostro serio y dominante no tenía nada que ver con su dulce voz diciendo cosas tiernas.

— Tu carita se ve muy perdida, Mina — y ahí estaba otra vez, de ese momento en adelante yo no tengo 'cara' tengo 'carita'. Fingía solo mirar al suelo para luego alzar mi cabeza y admirarla. Ella me observaba de una manera que no podía decifrar y no sé si solo soy una persona en un montón para ella — ¿Ha pasado algo?

Y eso también, en sentía realmente cálida al ver su discreta preocupación en los que la rodean.

— Solo estaba pensando, nada pasó — claro que pasaba algo, mi organismo estalla solo cuando me ve y temía no poder ocultarlo.

— ¿No estarías con Jisung hoy? — algo que captaba era que siempre agregaba algo sobre su hijo, no sabía si era porque realmente lo gustaba hablar sobre él o porque no quería indagar en otros temas.

Se suponía que saldría con Jisung, sí, pero me mandó un mensaje que podría quedarme en su casa esperando ya que sus amigos lo invitaron a un lugar y tardaría. Acepté con gusto, me gustaba la presencia de Nayeon y su aroma a café.

Aunque el café no me gustaba mucho, su aroma me encantaba.

— Sí, pero dijo que podía esperarlo ya que sus amigos lo invitaron a algo — había observado que apretó la quijada y me había desconcertado su repentino enojo.

Murmuró algo y siguió con lo suyo, que era regar la plantas ya que estábamos en el jardín y a ella le gustaban mucho la flores con espinas.

Me lo había comentado mientras regaba una rosa, una hermosa rosa que luego me dio y yo resguardó con mi vida.