♡ Parte Cuarenta y Ocho

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Nayeon

No había considerado especial estas fechas, nunca o posiblemente solo en mis años primeros donde me veían en serio como una niña.

Pero después de ver a Mina tan feliz celebrando con su familia... forzadamente conmigo incluida, supe que probablente los siguientes años estaré allí.

Forzadamente porque Mina me convenció con solo un beso.

Y yo solo sin saber qué hacer pude ver lo felices que eran después de que pasaran las doce de la noche. En navidad fue casi igual solo que a las doce abrieron sus regalos.

No nos dimos un regalo ninguna de las dos pero tampoco lo necesitábamos, yo realmente no quería nada en este momento, un objeto no. Quiero a Mina.

Ahora estábamos fuera del patio. Yo primeramente me había salido con la ropa necesaria y había suspirando por el frío que a mí sí me gustaba.

Después de ahuyentar débilmente un bicho que estaba por ahí, escuché unos pasos detrás mío y luego vi a Mina delante mío con la cabeza ladeada, viéndome con la sonrisa que siempre me encantaría.

Me había preguntado si se podía sentar y no entendí, porque no había ningúna silla donde se sentara, hasta que observé como se sentaba encima mío.

Reaccioné desabrochando mi gran sueter acolchado para que se metiera entre mis brazos y abrazarla con los extremos de la prenda. Tenía muy en cuenta su debilidad a las temperaturas, y sí hacía mucho frío.

Ella tenía puesto hasta un gorro negro y toda abrigada, por lo que parecía una bolita. Mi bolita de amor y ternura.

Ahora se parecía estremecer dentro de mi suéter y la abracé sintiendo sus manos apretando mi camisa y unos labios chocando con mi cuello. Se notaba temblorosa pero no parecía querer levantarse o irse de aquí afuera.

Mi teléfono vibró y no necesitaba verlo para saber de quién era.

Tzuyu y Jeong venían llorando, no literalmente, mi primera navidad y año nuevo en Japón. Dramatizando con emojis y caritas raras llorando mientras decían frases de madres.

Vibraba pero lo ignoraba hasta que me di cuenta que era Mina quien tenía mi telefono enviando mensajes discutiendo con Jeong y Tzuyu. Hacía pucheritos y bufaba bajito, dentro de mi suéter y el hueco que había al ser tan grande.

Reí por su cara asustada cuando se dió cuenta que la descubrí. Me sonrió inocentemente pero no me importaba que hiciera aquello.

— Está bien — le dije acariciando su cabello con mi mano y besando este después.

Pero alterada miré para ver si ninguna de la parejita le haya enviado algo vergonzoso de mí, afortunadamente Mina les había aclarado que era ella y peleaban por quien me conocía más, con preguntas que Tzuyu hacía.

Era en un grupo que teníamos las tres. Jeong y Mina peleaban más mientras Tzuyu animaba a que discutieran más.

Tan lindo.

— Voy perdiendo... — comentó Mina sacudiendo la cabeza y volviendo al celular — ¿Pero cómo voy a saber qué te pasó el veintitrés de mayo de hace veinte años? — reí porque era lo que exactamente Tzuyu le había preguntado.

Recordé ese día apretando mis dientes avergonzada, era muy privado entre ellas dos y yo pero Mina me lo exigía con esos ojitos y yo no le niego eso.

Exceptuando esta vez.

— Nada importante, solo está jugando contigo — afortunadamente pareció creerme y se volvió al teléfono a seguir discutiendo.

Se veía tan hermosa con la cara iluminada por el brillo y haciendo pucheros mirando mi celular.

Creo que en cualquier cosa o situación ella seguiría viéndose hermosa.

ALPHA AND LOVE // MINAYEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora