Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]

CAPÍTULO 5 - primera parte

Scarlett

Es solo un sueño.

Estoy casi segura de eso.

Deseo estar equivocada. Y si no es así, no despertar jamás.

Quizá es la falta de aire, la confusión o el hecho de tenerlo enfrente una vez más, pero mi pecho está contraído y mi mente a punto de colapsar. Me caería, de no ser porque ya estoy en el suelo.

Un par de brazos son suficientes para detenerme cuando, antes de darme cuenta, mi cuerpo se mueve por si solo en el ferviente intento de levantarme y correr hacia él. Areus devuelve la vista al frente cuando uno de los ángeles vuelve a hablar, ayudándome a caer de nuevo en cuenta de nuestro entorno.

–Entonces, los rumores eran ciertos –dice– Estás vivo.

–Sí, por desgracia.

–No tienes idea de cuanto esperaba este momento –el ser de luz alza una mano frente a él y una larga cadena dorada surge de un halo de luz– Creí que no aparecerías nunca

–Desearás que así hubiera sido –Devuelve la espada de obsidiana a su mano diestra, la coloca en la posición más óptima para pelear luego de darle un par de giros con la muñeca– Porque ahora tendré que matarte. Comprenderás que, cualquiera que amenace la vida de mi esposa, firma una sentencia de muerte conmigo.

El ángel sonríe, sintiéndose a salvo detrás de la pistola que ahora apunta hacia Areus. Su dedo se aprieta contra el gatillo, pero no lo suficiente para que la bala sea disparada. Su compañero coloca una mano sobre su hombro antes.

–Déjalo, de cualquier forma, no podrías ganarle. Además, no vinimos a pelear –le recuerda, sin apartar los ojos de Areus– Me disculpo por el comportamiento de Edael. Nuestra misión aquí se reduce a confirmar tu regreso, y recordarles que la sagrada Corte de Plata no tendrá compasión con todos los involucrados.

El otro ángel baja la pistola y nos da la espalda. Desenfunda una daga dorada y la mueve frente a él, abriendo una rasgadura que, en solo un parpadeo, se convierte en un portal. Ambos caminan hacia su interior.