Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]

CAPÍTULO 24

Leah

−No es justo, no es justo.... ¡No es justo! −Repetía mientras golpeaba la bolsa de boxeo que colgaba del techo, cada golpe iba con más fuerza que el anterior.

Zeth y Hidden ya me habían advertido acerca de que esos dos tenían historia, no le tomé mucha importancia pues ninguno de los dos parecía recordarlo. Pero sucedió, recordaron todo acerca de su trágico romance esa misma mañana en el lago. Aún así, no andaban por ahí tomados de la mano ni se demostraran su amor como un par de enamorados normales.

¿Y si no se amaban lo suficiente? Si ese era el caso, aún tenía una oportunidad.

Me enamoré de Areus desde el primer instante en el que lo vi. Tal vez nuestro primer acercamiento no fue muy bueno que digamos, pero no iba a rendirme. Siempre obtuve lo que quise, y estaba dispuesta a que ese chico de ojos grises no fuera la excepción. No iba a desistir, estaba dispuesta a tenerlo incluso si él se mostraba frío conmigo de la misma forma en la que se comportaba con todos, con todos menos con...

−¡Oye, tú! −escuché la voz de esa misma persona a la lejanía.

Miré el campo de entrenamiento a través del gran ventanal de la cabaña, lugar de donde provino aquél llamado. Observé a Scarlett acercándose a pasos largos hacia Areus, quien se encontraba tirado sobre la nieve con la vista puesta en el libro que sostenía con ambas manos frente a su cara. A pesar de que ellos estaban bastante lejos, pude escuchar su conversación gracias a mis sentidos desarrollados.

−¿Qué crees que haces holgazán? Te dije que continuaras con eso −La peliblanca señaló una sección detrás de ellos en la que Areus había estado practicando sus habilidades mágicas desde varias horas atrás, solo obtuvo un gruñido de su parte− ¿Piensas que podemos darnos el lujo de descansar? Te guste o no, sigues siendo mi responsabilidad, así que muévete.

Areus gruñó de nuevo y al no mostrar accesibilidad, ella lo tomó del pie y comenzó a arrastrarlo hasta el lugar dejando un rastro sobre la nieve, Areus no apartó la vista de su lectura en ningún momento.