ScarlettHace frío, más del que me ha calado los huesos y el alma en los últimos tres inviernos.
El lago frente a mí refleja la calma que deseo sentir. En su superficie, la luna llena derrama su luz apaciguando la penumbra del muelle.
Busco mi reflejo en el agua al inclinarme hacia la orilla, pero lo único que veo es obscuridad. Miro con atención el agua y su quietud hasta que, de repente, una mano salta hacia la superficie. Sus dedos pálidos, delgados y adornados con anillos de plata, se estiran y se comprimen buscando algo de qué sujetarse desesperadamente. Estiro mi brazo, tratando de alcanzar la mano de Areus.
La distancia entre nuestras manos se acorta, pero, por alguna razón, mientras más trato de sacarlo del agua, más roja va tornándose, como si se estuviera convirtiendo en sangre. Cadáveres y huesos aparecen uno a uno en la superficie del lago cuando al fin consigo sujetar su mano. Es justo cuando intento tirar de él para salvarlo que siento aquella presencia apareciendo detrás de mí. Miro hacia atrás y veo a la enorme figura obscura parada a mis espaldas. No consigo moverme. No puedo hacer nada para evitar el inminente final cuando aquella sombra alza una enorme espada blanca en el aire y la deja caer sobre mí.
Entonces, abro los ojos.
Despierto de un sobresalto, temblando y con la respiración agitada. Miro a mi alrededor y reconozco las cosas que veo, cayendo de regreso en la realidad. Se sintió demasiado real, pero no le doy más crédito. Le atribuyo esa sensación a todo lo que está ocurriendo, y a lo que estuve leyendo antes de dormirme. Los documentos siguen en mi mano, un poco arrugados ahora.
Eh leído estos textos antiguos un millón de veces y aun no consigo descifrarlos. Los hallé debajo de una tabla suelta en la alcoba de Areus. Casi podría culpar de mi hallazgo a su nula habilidad para esconder cosas, pero ahora creo que en realidad no era tan malo en eso.
Sí estaba ocultando algo y, al parecer, lo hizo muy bien por un largo tiempo.
El color amarillento en las hojas delata su antigüedad. Vuelvo a colocar las hojas sobre el escritorio frente a mí, con mucho cuidado pues amenazan con romperse ante el más mínimo tirón brusco. Paseo mi mirada por los símbolos dibujados con tinta negra, comprendiendo menos de lo que me gustaría. Están escritos en un idioma de antaño, mucho más antiguo que el que conozco. En uno de los textos, lo único que puedo leer es la palabra "unificación". Al reverso de la hoja hay un dibujo extraño: Un círculo con cuatro pilares a su alrededor. Su textura similar a la piedra volcánica y otros detalles en el paisaje me hacen creer que se trata de un lugar.
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Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]
FantasiaVillanos disfrazados de héroes y héroes jugando a ser villanos. Ojalá supiera de qué lado estamos. Todos han escuchado alguna vez acerca de la eterna rivalidad entre ángeles y demonios, lo que no saben es que no siempre fue así. ¿El cielo y el infi...