Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]

CAPÍTULO 13

Scarlett

Un grito repentino rompe el apacible conticinio de la madrugada. Aun en el sueño, Areus vocifera murmullos y palabras inaudibles, sus ojos se mueven muy rápido bajo sus párpados, su cuerpo tiembla y sus extremidades se tensan. Puedo escuchar los latidos de su corazón alcanzando una velocidad peligrosa. Todos mis esfuerzos por despertarlo fracasan. Este no es un ataque de pánico igual al de las otras noches, es mucho peor.

De pronto, la habitación se ilumina por un instante gracias al intenso brillo que la bombilla sobre nosotros emite antes de estallar, me protejo con un brazo de los pedazos de vidrio que caen. Se me escapa un chillido cuando las ventanas explotan como si algo las hubiera golpeado desde el interior y, al mismo tiempo, Areus despierta tras soltar un último grito de terror. Se sienta sobre la colchón, retrocede y mira en todas direcciones buscando un peligro inexistente.

Todo se detiene y el silencio reina la noche una vez más. Lo llamo por su nombre, pero él se ve ausente e incapaz de escucharme. Me mira de pronto y en silencio al percatarse de mi presencia, con sus ojos comenzando a cristalizarse.

-¿Estás bien...? -En lugar de darme una respuesta, se abalanza contra mí y me envuelve en un abrazo. Siento sus manos aferrándose a la tela de mi pijama, como si la idea de soltarme le aterrara.

-Sí -responde, esbozando una sonrisa- Ahora sí.

Deposito un beso sobre sus labios y coloco mi mano encima de la suya. Le acerco el frasco de calmantes y él se toma tres píldoras, una más de la que la dosis indica. Se queda muy quieto mientras la tranquilidad química empieza a extenderse por su cuerpo.

-Vuelve a dormir.

Suelto su mano y vuelvo a acostarme. Él lo hace también, tras pensárselo un rato. Cierro los ojos.

Los ataques de pánico ocurrían tan a menudo que decidí quedarme a su lado durante las noches para vigilarlo. Myshell relaciona esas pesadillas con estrés postraumático, pero yo creo que se trata de algo más.

-Scarlett -lo escucho decir- ¿Podríamos quedarnos despiertos un poco más? Solo cinco minutos.

Sonrío. Esperaba que pidiera justo eso.