Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]

CAPÍTULO 11

Hidden

Un profundo sentimiento de culpa me impide respirar. Lo que sucedió podría haberse evitado si yo no me hubiera involucrado tanto con él, o si él nunca me hubiera decidido ayudarme.

–Dylan, ¿Puedes rastrear a Callum otra vez?

–No, bloqueó todas las líneas ley visibles.

Areus se lleva ambos manos a la cabeza, da vueltas en su lugar y maldice al mismo tiempo. Las voces están volviéndose indistintas, mi pecho se comprime, las cosas a mi alrededor parecen dar vueltas y, de pronto, ya no soy consciente de lo que ocurre a mi alrededor.

Mis piernas ya no pueden sostenerme y caigo a un lado, sentándome sobre el asfalto con ambas manos tocando el suelo. Creo que escucho voces llamándome, pero no sé bien de donde provienen. Siento mucho calor y un cosquilleo en mi piel. Distingo un ligero destello de partículas y manchones amarillos con forma de fuego en mis manos. Está comenzando a quemarme. De repente, un golpe helado y húmedo cae sobre mi cuerpo y apaga el fuego. Ese contacto helado contra mi piel me transporta de regreso a aquella celda. El pánico termina por consumirme cuando veo siluetas borrosas y desconocidas acercándose.

–¡No me toquen! –Retrocedo en el suelo ante la asfixiante sensación de peligro– ¡Aléjense! ¡Ya basta! ¡Por favor, deténganse!

Una de las siluetas se acerca demasiado y mi instinto me grita atacar. Impulso mi brazo hacia atrás para asestarle el primer golpe. Algo detiene mi puño en el aire y, poco a poco, mi vista se aclara permitiéndome reconocer que la persona frente a mí es Areus y quien aprieta mi muñeca es Scarlett. Las voces se aclaran y vuelvo a la realidad. A pesar de eso, Scarlett no suelta mi mano, está mirando el guante que aprieto con fuerza. Conectamos miradas y ella parece comprender lo que pasa conmigo, pero no dice nada, al igual que Areus, quien me mira con estupefacción sin poder creer que estuve a punto de lanzarle un puñetazo. Algo que, en mis cinco sentidos, jamás me habría atrevido a hacer.