Parte 4: Un ojo por Amor

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Todo ocurrió demasiado rápido. Un segundo estaba caminando con Rhaena, y al siguiente lo estaban atacando.

-Tú no eres digno de casarte con ella. Bastardo. -escupió Aro Velaryon, el hijo menor de Sir Vaemond, el niño tenía 12 años y lo acompañaban media docena de sus primos pequeños.

-¿Cómo has llamado a mi hermano? - Jacaerys, que sólo tenía 6 años, se colocó frente a su hermano Luke.

-Todos lo saben. -señaló con desprecio el Velaryon. -solo hay que verlos para darse cuenta que sois bastardos.

Los niños son las criaturas más crueles que existen, tal vez porque no son conscientes del daño que causan sus palabras. Aro los había lastimado profundamente a ambos, sin embargo, quién inició la pelea fue Baela, la mayor de las gemelas Targaryen era tan impulsiva como su padre y tan valiente como su madre.

-Imbécil. -Baela le pegó a Aro, Aro le pegó a ella, Jace saltó sobre él, dos niños lo sujetaron, Luke fue a por ellos, Rhaena lo siguió y resto de los niños intervinieron, el desastre estaba servido.

La pelea de los jóvenes príncipes despertó a sus dragones, que buscaban ir en ayuda de sus jinetes. Su comportamiento atrajo la atención de Aemond, que descendía sobre Vermithor en ese momento. El pequeño Targaryen aún no entendía porqué, pero el compromiso de Lucerys con su prima Rhaena no terminaba de convencerlo, algo le decía que esa chica no lo haría feliz.

-Luke... -Aemond sólo tuvo que observar a los dragones para darse cuenta de que algo no estaba bien. Corrió con todas sus fuerzas en busca de su amigo, para encontrarlo finalmente siendo golpeado con una espada de madera por un niño mucho más grande que él, mientras otros dos lo sujetaban. -¡Quítale las manos de encima!

Aemond tomó la espada del niño grande y se la rompió en la cabeza, tomó una piedra y le pegó a uno de los que sujetaban a Lucerys, el otro aprendió de sus compañeros y salió corriendo. Otros dos pequeños se acercaron a él, pero Aemond estrelló la cabeza de uno contra la pared y pateó al otro.

-¿Luke, estás bien? - preguntó el príncipe al ver lo lastimado que estaba su amigo (Baela y Rhaena también, pero Aemond solo miraba a Lucerys)

-¡¡¡Ahhhhh!!! -ambos jóvenes se voltearon al escuchar los gritos. Jacaerys tenía una daga y había logrado cortar a Aro, un segundo niño corrió la misma suerte, pero otros dos cayeron sobre él y le arrebataron el puñal. Aemond no se había dado cuenta, estaba demasiado ocupado.

-Cuando esto termine te echaré de comer a mi dragón. -amenazó, Aro era dos años mayor, pero Aemond lo tenía inmovilizado. -pídele perdón. -ordenó señalando a Lucerys.

-¿A un bastardo? Jamás. -sus palabras lo condenaron, el Targaryen le pegó una, dos, tres veces, otro niño intentó ayudar a su primo, pero Aemond se lo quitó de encima sin apenas esfuerzo. Aro intentó agarrar una piedra para defenderse, pero el príncipe se la quitó antes de que pudiera.

-¿Qué pensabas hacer con esto? - el Targaryen levantó la piedra, sólo entonces notó la daga en manos de uno de los jóvenes que se acercaban a él.

-Aemond. -la voz de Luke lo llamó desde atrás, haciendo que el príncipe se volteara, Lo último que Aemond Targaryen vió con sus dos ojos fue el dulce rostro de Lucerys Velaryon. Antes de poder reaccionar, Aro arrojó arena sobre su rostro mientras el chico que tenía la daga se acercaba.

-¡¡¡AHHHHHH!!! - un profundo dolor se apoderó de Aemond, el aún no lo sabía, pero había quedado marcado de por vida.

-¡Deteneos ahora mismo! -ordenó Sir Harrold, separando a los niños y poniendo fin a la disputa. -mi príncipe, mi príncipe dejadme veros. -incluso un caballero tan curtido como el lord Comandante de la Guardia Real no pudo evitar contemplar con espanto el rostro lastimado de Aemond. - Dioses magnánimos, tened piedad de nosotros.

Amores y DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora